Una línea de una de las canciones (podría ser de cualquiera de ellas) basta para entender el disco: ¨…a little sunshine simpathy…¨. Nada de simpatía por el demonio, ni simpatía por el existencialismo gótico. Alegría por el sol y las canciones.
Nuevo nombre, nuevos amigos, nueva vida. Por suerte para Corgan (y para nosotros), hay rastros de la vida pasada, si no sería como morirse, ¿no? Pueden ser los Smashing Pumpkins, pueden ser Zwan, se trata siempre de la presencia avasallante de Billy Corgan (pelado con polera). Muchos no le perdonan su talento, su facilidad para sacar melodías de la guitarra y su voz naturalmente desgarrada. El mismo no se lo perdona y le ha traído conflictos, como si hubiera querido ser otra cosa; pobre, como dijo Duhalde, condenado al éxito.
A veces parece que hubiera querido ser Leonard Cohen o Lou Reed. O Verlaine o Rimbaud. Pero lo que mejor le sale es All I want you/is just to hold you close. Sí, lo mejor que le sale, y si la cita parece tonta al leerla es perfecta al escucharla. Corgan, aunque le moleste a él mismo, compone las mejores canciones pop, las que terminan en un larguísimo I´m in love with you, I´m love with you. No hay que olvidar que el pop nació el día que se pudo decir: Love, love me do o I saw her standind there o I want to hold your hand.
El día que se pudieron decir todas estas cosas con propiedad. Tamaño problema. ¿Qué quiere decir decir con propiedad? ¿Por qué algunas canciones son perfectas y otras que dicen lo mismo son tan cursis? No es fácil mis amigos y no vale reducirlo a cuestión de gustos, ¿o no es acaso que somos filósofos? Lo que sí es sencillo es darse cuenta de cuando no se lo dice con propiedad, cuando a alguna estrellita le parece que inventó algo y no hace más que repetir lo que millones de niños y niñas escriben en sus diarios privados, o peor aún, cuando algún veterano quiere rehacer su carrera con aires frescos (véase: Fito Paez: Todo lo que no debe hacerse en un solo artista, Roberto Archinboldo, Ediciones críticas 2001) o peor aún, cuando simplemente se es un fraude.
Nunca antes como ahora tantas personas pudieron desarrollar sus intereses artísticos. Muchos de los músicos que escuchamos y disfrutamos son gente honesta, trabajadora y con ganas. Otros, por una especie de don biológico, pueden resumir en sí el trabajo de muchas otras personas y componer canciones que incluyan a todas las demás. A Ian Brown y John Squire les pasó cuando compusieron el primer disco de los Stone Roses, a Noel Gallagher le solía pasar a menudo, a Billy Corgan le sucede a veces.
Billy, Star of the Sea.

Santiago B.

En pocas palabras: Clásicas canciones de alegría pop.
Recomendado si te gusta: Smashing Pumpkins.
Para escuchar: En autos descapotables, playas y habitaciones soleadas.
Dijo Victor: ¿No está grande este muchacho?
Linkología: http://www.zwan.com

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