Acabo de escucharlo en la radio, y la fuente es la revista Billboard: las simpáticas entradas de los recitales, esas que coleccionamos desde chicos, comenzaron su camino a la extinción. Fue Tom Waits el que tomó la delantera con tan ecológica y antipática medida. Parece que en su gira de estos días, Tom se negó a imprimir entradas, con el doble objetivo de talar menos árboles y prevenir la reventa. Para acceder a los shows, el único modo es comprar por internet o por teléfono, y presentarse en la sala con tarjeta de crédito y documento de identidad. Eso sí, si sos tercermundista y no tenés tarjeta de crédito, a llorar a la iglesia. Y si te gustaba juntar las entradas para después pegarlas en un corcho o una carpeta, o mostrarlas a tus amigos, o mirarlas los días de lluvia… crecé, que ya es hora. En cuanto a las entradas coleccionadas por décadas, aguantá un par de años y vendelas en el parque, que seguro se van a cotizar.

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2 Lectores Comentaron

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  1. fabio blanco on 13 septiembre, 2008
    Bueno, podrían tatuarte un número de serie en el brazo.

    --Mira hijo.
    --Papá, eso te lo hicieron en Auschwitz???
    --No, fue cuando vino Green Day a Buenos Aires.
  2. Fito on 5 septiembre, 2008
    El tema de las entradas ya es historia hace rato. Desde que los ticketnosequé coparon el mercado son todas igualitas y con el paso del tiempo o el sol se van borrando como los viejos FAX.
    Pero yo igual las tengo todas. :)

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