A veces nos cae bien. A veces nos cae mejor. Otras veces sentimos devoción por su obra. Mas allá de que alrededor suyo se haya creado un suceso muy particular (señoras de tapado queriendo abrazar sus libros compilados o su tira en La Nación), más allá de que algunos artistas lo acusen de tomar ideas de otros colegas de manera solapada (con discusiones varias al respecto), Liniers es un tipo piola. Y la sopresa de toparnos con una tira dedicada a la memoria de Elliott Smith, da gusto. Mucho. Sobre todo por lo inesperado. Disculpanos, Liniers, si está mal que reproduzcamos esta tira, pero nos parece que es un poco nuestra.
Y ustedes, no dejen de visitar Macanudo, su blog.
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