Una de esas películas que sólo se pueden ver -y sólo queremos / toleramos ver- en el marco del festival. Documental de Malasia, simpático, decontracté, que parte de un incidente en apariencia menor para retratar toda la historia reciente del país. En 1987, el soldado Adam fue presa súbita de un ataque de amok (locura homicida, según la peli la única palabra malaya conocida en Occidente además de «orangután»), y salió a matar gente a Chow Pik, que debe ser un equivalente del Obelisco. Años después, los entrevistados cuentan dónde estaban, qué sintieron, y así van desarrollando la compleja trama de conflictos raciales y políticos de Malasia. Que tiene población malaya, china e india, para que sepan, todo barnizado por el imperio británico que estuvo en el poder hasta 1957. En fin. Una peli instructiva.