Something Weird: Dj malhumor corre Patagonia Run Mountain Hardwear

En el aeropuerto era fácil identificar a todos los que volvían de la carrera por la dificultad para caminar y la mirada sonriente. Es una combinación inusual. Las dificultades en general se soportan con mala cara. Acá es al revés. Mientras esperaba trataba de adivinar cuántos kilómetros habían corrido cada uno. Si apenas subían las escaleras: 130 km.; si les costaba agacharse para buscar algo del bolso: 100 km.; si hacían muecas 70 km. Esperaba que llegara la billetera que dejé olvidada en la habitación del hotel. Aviso: no hay que tomar ninguna decisión importante los días posteriores a correr 130 km. porque todo sucede en una nube. Creía que había metido todo adentro del bolso y no tenía ningún registro de haberla visto. En otras circunstancias me hubiera puesto nervioso supongo. Desperté a Soledad de la siesta que volvió a arreglar todo. Todavía tengo puesta la pulsera amarilla que dice 130K. Sigo raro. Raro feliz. Después de cruzar la meta caminé 50 metros y entré al hotel sucio y en estado penoso como Bruce Willis en Duro de Matar 2. Ja. Dejé una estela de pisadas en la alfombra todo el recorrido hasta la habitación 102. No se cómo pero llené la bañera, me sumergí y me dormí. Habíamos largado el viernes con la última luz y el mejor ánimo. Las primeras cuatro horas las hicimos con Quinta. Lo había conocido el día anterior y nunca supe si Quinta era un nombre, un apellido o qué. Quinta. Resultó filósofo. Pelado como Foucault y con físico de rugbier. Aprendí muchos estos días y estuve rodeado de buenas personas. Cuando se fue la luz la sensación era inigualable. Un lindo ritmo sostenido y placentero que parecía poder durar para siempre. El tema de la tesis de Quinta no podía ser más oportuno: De Rerum Natura. De la Naturaleza de las Cosas de Tito Lucrecio. ¿Fue así? A veces me pasa que hay cosas que no se si viví, soñé, leí o vi en películas. He trabajado duro para que así sea. ¿De qué se habla cuando se corre? De las aventuras futuras. En una curva llegaron los corredores de 100K. Los mire de reojo como si estuvieran entorpeciendo mi marcha triunfal. Ja. Para mejorarnos tenemos que ir la mayoría de las veces en contra de nuestra naturaleza. En una pampa apagué la frontal para disfrutar de lo majestuoso del paisaje a oscuras y que se intuía bajo las estrellas. Prendía y apagaba. La hilera de réflex que marcaban el sendero se perdía, subía y se confundía en el horizonte con las estrellas mismas. Alguien dijo que un corredor vio escapar asustado a un jabalí.

Abrí los ojos en la bañera y escribí un mensaje: «estoy raro». Aviso: cuidarse de lo que uno dice después de correr 130K. ¿Raro what? Todo el mundo un poco asustado. No, todo bien, raro feliz. A los corredores nos gustan los mantras: «No hay excusa para no elongar» o «el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional» o «las horas pasan rapidísimas lo que no pasan son los kilómetros». Esto último me lo dijo otro corredor no sé cuando. Es así. La carrera pasa volando, son 27 horas que abren un hueco en nuestra existencia ordinaria. Volvemos y pasó un día en que no estuvimos. Hay dos cosas que todos tememos: al tiempo inmóvil y los propios pensamientos. Esa es la pregunta más habitual, ¿Cómo aguantas estar tanto tiempo con vos mismo? Creo que las horas en solitario dan más miedo que el esfuerzo físico. Los 80 primeros kilómetros transcurrieron con esa sensación de ser una máquina de movimiento perpetuo. Después algo cambió. Amaneció. Las piernas empezaron a pesar kilos extras. Y cada nueva subida la interpretada como sadismo de los organizadores. Aviso: el cansancio nos hace suponer cosas. Erróneas. Entonces un corredor de Olavarria llamado Angel (True Story) me dijo: si querés llegar tenés que ir más lento. Me puse en sus manos y me trajo hasta la meta. Raro. Raro feliz.

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2 Lectores Comentaron

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  1. Roberto on 20 abril, 2016
    Que linda experiencia. Me resulta increíble pensar en ese esfuerzo físico y mental.... Esa gente definitivamente pertenece a una juaria especial. Abrazo!
  2. Virginia on 14 abril, 2016
    Emocionante!!!

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