Hoy en el Radar de Página 12 se hacen los cules y recomiendan cuatro comederos de la zona del Abasto donde ir a morfar en estos días de Bafici. Por suerte no descubrieron todavía nuestra parrilla de cabecera.

Chau Campeón
El vacío al plato de Chau Campeón es un poema tan emotivo y sentido que da pena darlo a conocer y avivar giles; claro que si uno está apurado porque le está por empezar la de Hiroki o la de John Waters, puede optar por el clásico vaciopán (choripanes y morcipanes también engalanan la hoja de cartulina que juega el papel de carta). Las papas fritas son palabras mayores, con la gota justa de aceite y una crocantez que ha ganado fama internacional, el año pasado el mísmísimo Jonathan Rosenbaum fue descubierto varias veces atiborrando de ketchup su «porción grande de fritas» (así llaman a la porción más grossa en este local).
Si lo tuyo son las ensaladas, Chau Campeón tiene una amplia variedad de opciones para ofrecer, lechuga, tomate, huevo, zanahoria y cebolla son algunas de ellas, ¡es increíble la cantidad de combinaciones que se pueden hacer!
Para beber hay varios elixires recomendables, pero nada mejor que «la jarra de tinto de la casa», perfecta compañía para la discusión cinéfila; si uno está solo puede optar por la «media jarra», ideal para degustar con Kings of Convenience o The Postal Service en el discman.
Eso sí: no hay que achicarse con los aderezos caseros, el chimichurri, la salsa criolla y el otro coso con ajíes de varios colores (¡que te lleva derecho al infierno!) son la envidia de las parrillas de la zona y una de las razones para volver con amigos. A no olvidarse de guardar un lugar para los postres, el flan es un canto a la vida y el queso y dulce (de batata) asegura un regreso al cine con las fuerzas renovadas.
Chau Campeón reina en secreto en las callecitas del Abasto, en parte gracias a la atención simpática y esmerada de un viejito canoso que nunca me acuerdo el nombre y no sé si seguirá estando el parrillero morocho fanático de River, un muchacho de tierra adentro que sabía entender como pocos el concepto «jugoso» cuando se trata de carne a la parrilla.
Lo mejor de todo: ¡en sus mesas nunca te vas a encontrar al Gordo Panozzo!!!
Hay delivery.

Chau Campeón está por Lavalle, a la vuelta del shopping, al lado de un edificio okupado.

Alberto Migraña
(Gourmet independiente)

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