The Bodyguard, de Yue Song – Vintage Print, de Siegfried Fruhauf – Traces of Garden, de Wolfgang Lehmann – Voyage autour de la lune, de Ila Bêka y Louise Lemoin – Telos: The Fantastic World of Eugene Tssui, de Kyung Lee – A la recherche de l´ultra-sex, de Bruno Lavaine y Nicolas Charlet – Stand By for Tape Back Up, de Ross Sutherland – Francofonia, de Sokurov – New Jerusalem de Rick Alverson
Mi horóscopo me trajo el siguiente consejo:
We believe that if you habitually expose yourself to toxic stories and music, you could wind up living in the wrong universe.
Así que debo andar con cuidado. Pasaron unos cuantos días ya del comienzo con The Bodyguard de la supuesta nueva estrella del karate Yue Song. Salí del cine con la idea que había visto una auténtica pavada en esa zona que el gran Foster Wallace llamó Irony Free Zone. Daba una especie de ternura el saber que el director y actor se había lesionado y casi matado varias veces durante el rodaje. Y nada más. Se fue empequeñeciendo hasta desaparecer. El domingo fue un día en el que como River últimamente perdí por goleada. Nada me llamaba demasiado pero así y todo me arme un recorrido de 4 films. Perdí 4 a 1.
De la sección Vanguardia y Género entré al doble programa de Vintage Print de Siegfried Fruhauf (un interesante corto con un trabajo a lo Autechre) y Traces of Garden de Wolfgang Lehmann experimentación ya de 75 minutos con música de campanitas e imágenes de la ayahusasca pero sin la ayahuasca. ¿Cuál es el punto de llamar a una sección Vanguardia y Género si son películas amontonadas de uno y otro lado sin ninguna interacción como la Y parece indicar? En fin.
Me interesa mucho la arquitectura y me gustó mucho este título: Voyage Autour de la Lune. Un supuesto retrato de la ciudad de Burdeos. Entré ví la calidad de la imagen, el tono general y me di inmediata cuenta que me habían engrampado como te enterás al segundo que te están por afanar. Dos pibes que agarraron la cámara y se fueron a ver que onda y retratar los personajes y ¨artistas¨ de un paseo. No gracias.
Le siguió otra de la sección Arquitectura (insistí). Telos: The Fantastic World of Eugene Tssui. Es tierna y simpática pero bueno chicos que se yo. Es extraña también aunque por lo extra cinematográfico. Dura una hora lo que le da puntos. Es un documental básico que bien podría ser titulado: Historia de un arquitecto horrible. El asunto es que al incansable Tssui lo quieren retratar como un visionario. Da cosa porque de algún modo todos somos arquitectos horribles tratando de hacer valer nuestras visiones. Terminó el domingo con una salida de muchachos: A la recherche de l´ultra-sex. Un chiste simpático para ver comiendo pizza con tus amigos mientras cada uno busca bizarrerias en You Tube. Como Capusotto y el Hombre del doblaje con películas pornos viejas. No sabía lo que me aguardaba el destino.
El lunes me despierta Pablo para que no me pierda Stand By for Tape Back Up de Ross Sutherland (realmente imperdible). ¨Antes hay unos cortos¨ . Bien me dije, nunca están de más unos cortos. Y salí esquivando colectivos por avenida Pueyrredón. Sepan que unos cortos siempre pueden estar de más. Se trataba de ¨Solitary acts, 4, 5, y 6¨. Fuck pensé cuando vi el título: gente en el baño. Y así fue con unos cuantos minutos de primer planos de genitales y voz en off: ay la culpa de masturbarme porque soy mujer y musulmana. Eso sí en 16 mm. Entonces pensé que la pavada de anoche con las pelís pornos viejas era tanto mejor para hablar de la sexualidad de estos días que esta tontera pretenciosa de vanguardia, arte y política. Puff.
Por suerte vino la maravilla de Stand By for Tape Back Up. Un trabajo sobre la memoria, la expresión personal (tan distinto del exhibicionismo de esos cortos garompa) sobre lo que es una vida significativa, la muerte. ¿Algo más? En tan solo 65 minutos. En un momento me di cuenta que estaba siendo hipnotizado y que había dejado de ver la pantalla para hacer un propio viaje. Como más tarde este mismo lunes con la voz en off de Sokurov en Francofonia. Otra gran película. De lo más personal pasé en unas horas a la Historia con mayúsculas. Solo un humanista del tamaño de Sokurov puede hacerlo; ya no quedan muchos de esa estatura. Terminé el día con otro excelente pequeño film: New Jerusalem de Rick Alverson (de quién hay retrospectiva y vamos por más) . Con Bonnie Prince Billy y no es casualidad que nos lleve a aquella joyita de Old Joy (¿la recuerdan?). Más tortuosa, menos bella pero igual de intensa.