Rob Brezny, como dice un cronista desconocido de la web, es la persona que revolucionó los horóscopos semanales de los diarios. Al menos los de habla inglesa. El que su columna aparezca en unos ciento veinte diarios del hemisferio Norte, que tenga más de nueve millones de lectores y una carrera de tres décadas no le impide ser mi astrólogo personal. Rob me habla cada semana a través www.freewillastrology.com (astrología del libre albedrío) y cuando llega el momento de la invocación ¡libra! me estremezco un poco porque sé que tiene unas palabras reservadas para mí.
Rob hace hablar a los planetas y lo hace en una voz reconocible llena de referencias pop: líneas de películas que todos hemos visto, canciones de Bob Dylan, Rolling Stones, Radiohead o el artista que sea. La divulgación científica, la literatura y la poesía están presentes de igual manera, vivificadas, convertidas en instrumentos; en utensilios para la vida misma. A Rob no se le pasa que el salto evolutivo de los primates al sapiens fue cuando se pudo usar algunas viejas piedras para otra cosa. Las referencias pueden ser muy conocidas o más o menos oscuras; siempre risueñas, siempre tomando por desprevenido al lector; juguetonas y por sobre todo inteligentes. Ese sí que es un cambio; la cortesía de pensar que el lector de un género tan menor no es un zonzo, que todas las personas, absolutamente todas se dan la tarea de enfrentar su mundo. Hablan los planetas y habla ese curioso artefacto cultural llamado Rob. El californiano (¿De dónde podía venir un personaje así?) pasa por ser el primer astrólogo que habla en primera persona. Entrando al sitio Web, se pueden leer varios de sus artículos, por ejemplo; De cómo me metí en el negocio de escribir horóscopos.
Debo confesar que no he leído ninguno de los libros de Brezny, entre ellos Las imágenes son peligrosas y en especial Pronoia es el antídoto a la Paranoia. Sospecho que contienen una sabiduría para la que todavía no estoy preparada. Como una niña que se reserva para el postre, me da mucha felicidad pensar que hay una luz escondida allí afuera.
Miss Mundo.