Pusher 3, Nicolas Winding.
Especie película dogma de dealers de los balcánes y noráfrica perdidos en Copenhage. Como el título indica, es la tercera de una trilogía. Había visto la primera, también cámara en mano, y aunque parecia un ejercicio estaba buena. Está es más adulta digamos. Un padre mafioso prepara la fiesta de su hija al tiempo que arregla sus asuntillos. Es una trilogía pero los capítulos son unitarios y como los personajes están muy bien plantados el número puede llevar a muchas pelís más (Esta hija tiene un gran potencial para seguir el negocio del padre!). Me causó gracia el darme cuenta que estaba viendo una película danesa pero al final no tenía muy bien idea qué idioma se estaba hablando. Todo es muy sórdido y subterráneo (como en La celebración con la cual hay más de un punto de contacto) y el mundo de los dinamarqueses rubios y avanzados está en otra parte (en el piso superior seguramente). No podía dejar de pensar tampoco que esto personajes turbios llegaron allá y se hicieron dealers, acá en sudámerica se vuelven presidentes. Como es una peli cuasi dogma la carniceria final es mucho más realista que gore y, tenemos que decirlo, menos impresionate para un argentino acostumbrado a comer achuras. Sí, también se parece a El mal policia, claro.
Dj Mundial.