«Uy, no tengo destapador, esperame cinco minutos que voy a buscarlo al piso de abajo». Un empleado del barcito del segundo piso del Hoyts.
¿Cómo reaccionás ante esta situación? Son casi las 11 de la noche de un viernes larguísimo y necesitás comer algo para no desmayarte, no hay ni tiempo ni fuerzas para buscar ofertas ni manjares, solo para comer algo de paso rumbo a la siguiente película. Ya pagaste $12 por una Stella caliente y 2 empanadas frías que intuís que van a hacerte levantar a vomitar a las 4 de la mañana. Estás a un minuto de que apaguen las luces en la sala, te dicen eso y ves que el pibe traspira, no sabe que hacer y espera que te vayas con la cerveza cerrada total ya pagaste.
A) le decís «abrila con un encendedor» (dificil, cada vez hay menos gente que fuma).
B) saltás por arriba del mostrador, lo agarrás de la cabeza y usás sus dientes como destapador (jodido, te van a agarrar los de seguridad, te van a echar del complejo y te vas a perder la película).
C) dejás tu habitual elegancia de lado, le decís «a ver pibe, dejame a mi» y la destapás presionando el costado de la chapita contra el borde del mostrador… (complicado, hay que tener práctica, hacés un mal movimiento y rompés el pico la botella).
Y sí, la opción elegida fué la C y funcionó. Y de paso aprendimos que al Hoyts además de llevar encima las cosas que uno siempre lleva (el teléfono, el Ipod, el abrigo para zafar del aire bajo cero, el jarro térmico para enganchar alguna promo), hay que llevar un destapador por las dudas.