A veces me encuentro algo triste cuando pasa el tiempo y no encuentro una chica parecida (muy parecida) a la de Juno. A veces incluso me he encontrado triste cuando no la encuentro a ella misma y me digo, ¨Malhumor no tratás lo suficiente y tu vida no tiene sentido sin esa chica¨. Esa chica tiene dos cosas que me gustan mucho; es un poco bizca y camina como un muchachito; el resto de su belleza es el marco por así decirlo. Mientras tanto, en ciudad gótica, volvió batichica. ¨Estoy hecha una señorita¨ me dijo. Me dijo que cuando llegó a L.A. su hermano la llevó a comprar ropa y me pasó a describir su vestuario y mientras tanto se lo describía a sí misma como dándose explicaciones y justificaciones por gastar tanta plata. Encantador. Estaba de paso por la ciudad con un grupo de australianas. En una cita clandestina nos fuimos a un bar a ver a River. Por suerte el partido era una excusa y nos enteramos de la derrota el día siguiente y por los diarios. Las penas de amor pueden ser la expresión máxima del capricho: quiero esto esto y solo esto. Y no solo. Lo quiero así y asá y de ninguna otra manera. La menos de las veces es un genuino y ligero pesar por como son las cosas. El teléfono que me compré en Paraguay se vende a la vuelta de la esquina por menos precio y en Buenos Aires no para de llover. Y ahora en Uruguay hay tifones. Mi amigo Néstor del otro lado del charco me dijo que tuvo comunicaciones con la gente de Alfa Centauri y que tiene mensajes para mí. Saqué un pasaje a Montevideo y mirando el río espero que salgamos de una vez por todas. En de mientras apareció mi Highschool Sweetheart. Comprobé mi buen gusto y visión de futuro. Cuando todas las demás se convirtieron en señoras y madres ella conserva la sonrisa fresca, los rulos, la figura, las ganas de divertirse y el sex appeal. También conserva las mañas peró. Como el libro de Amis (padre), tengo problemas con las chicas. Que no envejecen. Ni ellas, ni mis problemas, ni sus mañas. O podría ponerme serio y hablar de cómo el pasado tiñe el presente. O como el pasado vive modificándose y modificándonos. O de cómo simplemente no encajamos. O de cómo simplemente no vemos y así por siempre. Tocó Suede y Dj Shadow, fue mi cumpleaños y le contesté mal a mi hermana. Batichica me contó que la despertaban los gritos de los pelícanos y que los atardeceres eran hermosos. Anduvo un poco perdida en California y se tomó un avión de vuelta a Lima y de allí tres días en bus a Santiago. Yo le conté de los biólogos fumetas y que perdí una gorra y la bolsa de dormir. Según Néstor, la gente de mi signo es bacana por naturaleza (mi madre sostiene que soy adoptado desligándose del tema). También creemos en el natural balance de las cosas y en el azar como una música secreta. Por eso descreo en los reencuentros vía Fakebook y solo acepto los tropezones en la calle o en la cola del cine. Destiempo. Según Batichica la gente de mi signo es perfeccionista y acto seguido me dijo que tenía las uñas un poco sucias. De Batichica me gusta algo que no sabía que me gustaba. Es mandona. Y de mal carácter. Jua. De una manera natural y no manipuladora, si ello es posible; a cielo abierto por así decirlo. El buquebus está lleno de gente del mundo del trabajo. The office fuera de la oficina. Más exóticos que los papagayos y los gatos salvajes. En estos días fui a una fiesta donde todo el mundo tenía un niño en los brazos. Raro. Raro yo. Incluso las chicas solteras hablaban de embarazos y de cómo se queda después de uno a diferencia de las bailarinas de Tinelli. Me refugié cerca de la parrilla y con otro desorientado planeamos cruzar a la isla Navarino en velero y hacer una recorrida hasta ver el Cabo de Hornos. También fui una noche a dormir a La Lucila como si fuera una ciudad extraña; con mi amigo Antonio caminamos por la avenida Maipú y comimos en una parrilla de taxistas atendida por el doble de Rubén Rada. La mañana siguiente me despertaron los zorzales locos por la primavera con ese canto que atraviesa los sueños y se cuela produciendo efectos psicodélicos. Salí a correr y durante todo el tiempo escuché una y una sola canción; Here & elsewhere de My Sad Captains. Una y solo una. Aquí, allá y en todas partes. Dj malhumor.