¿Para cuándo los subtítulos en los recitales de rock?
Anoche vi a Laurie Anderson y todavía me dura la alegría y la perplejidad; más bien la alegría de pensar, algo que no dan mucho en la tele. Esta chica nunca decepciona. Es un modelo de cómo se puede ser inteligente, sintético y simpático. De cómo transmitir una idea con precisión de cirujano y sin apabullar, combinando tan bien verdad y belleza.
En sus shows no todo, pero sí mucho, es cuestión de palabras, y por eso hay una pantallita para subtítulos en vivo, como en la ópera o en las funciones de cinematografías exóticas del Bafici. Y es cuestión de seguirla, como a los narradores antiguos o a los comediantes de stand up. Me desespera un poco, porque viene el impulso de anotar todo, de grabarla, de filmarla; dan ganas de poder leer después con más calma, porque todo el tiempo eso que está diciendo rebota en mil pimpollos de ideas y sensaciones que darían ganas de seguir, pero no hay tiempo porque ya viene la próxima línea, el próximo acorde de violín hipnótico.
Así que, sólo algunos apuntes, algunas hilachas del show que brillan con fuerza en la noche de la mediocridad. Primero, una pequeña parábola. Antes de que existiera la tierra, los pájaros volaban y volaban en círculos, sin nunca aterrizar. Un día, el padre de una alondra murió. Apareció entonces un problema, ya que no había tierra donde enterrarlo. Los pájaros pensaron en esto durante una semana, hasta que la alondra encontró una solución: lo enterraría en el fondo de su cabeza. Así lo dice Laurie: «on the back of her head». Y así, amigos, nació la memoria, un espacio psíquico en reemplazo de tierra para enterrar lo que ya no es, pero necesita guardarse en algún lado.
Hablando de soluciones, una canción brillante está dedicada a los protagonistas de nuestra época, los expertos. Aquí en América, dice, nos encantan las soluciones. Tenemos negocios dedicados a las soluciones, con nombres como PetSolution, World Solution, SushiSolution. Y las soluciones son cosa de expertos. Only an expert can deal with the problem, cause only an expert can see the problem, canta. Entonces, sólo los expertos pueden decir qué cosa es un problema y qué cosa no lo es. Por ejemplo, si hace calor en invierno y las aguas y los huracanes arrasan las ciudades, uno diría que hay problemas, pero no, los expertos han dicho que no hay ningún problema. Hasta que llega otro experto, dice que hay un problema, hace una película, gana un Oscar, un Nobel de la Paz… entonces sí, puede ser que haya un problema. Y sigue: a veces, los expertos buscan armas. Parecería que no hay armas, pero los expertos encuentran cosas que se ven cotidianas, como líquidos de limpieza y pequeños imanes, y dicen «esto no parece un arma, pero lo es». Y si el experto lo dice, así es, porque sólo el experto puede reconocer el problema.
Laurie no cree en la inocencia. Tu silencio es tu consentimiento, dice. Dice, en resumen, que es hora de hablar. Por algo este nuevo disco se llama Homeland, Patria.
Dedica una canción a los nuevos dioses, los underwear gods, que dominan nuestras ciudades con sus enormes y bellos cuerpos en ropa interior desde los carteles. Bajan a la calle, son perfectos y colosales: tenemos que corrernos de su camino para que no nos aplasten.
Laurie habla -¿o canta?- a través de un aparatito que hace sonar su voz como masculina. ¿Será para que la escuchen con más atención? Pero cuando invita a subir al escenario a su marido, Lou Reed, vuelve a tomar su voz de mujer. El apenas toca la guitarra y hace algunos coros; se lo ve muy feliz en su papel de príncipe consorte. La balada de Lou y Laurie. Si éste no es el espíritu de New York, que Paul Auster me diga dónde está.
El final del trance llega muy rápido y deja con ganas de más, fantaseando con un show de Lou y Laurie que combine sus trayectorias y extienda las virtudes del subtitulado (¿cómo no lo pensaron antes?) al mundo del rock.
2 Lectores Comentaron
Unite a la Charlajaja1 Yo también me vi afectada por gente con peinados raros y con una pareja empalagosa sentada justo delante que no paraba de besarse cambiando de postura idílica cada 2 X 3...
Performace: Si, si y si.
Publico: no, no y no.(sin generalizar)
Si el show comienza a las 21:30hs, porque llegar a las 21:15?. Digo, todos tuvieron contratiempos?!
no me jodan!
Aparte de eso, por què hay quienes se empeñan en sentarse el la butaca que no le corresponde?. Despues viene el acomodador, saca a la persona y la guia donde debe, pasan pidiendo permiso y asi se te fue medio tema.
Muchachos, que necesidad tienen de llegar al teatro y en lugar de buscar sus ubicaciones, se quedan parados tapando con sus peladas y peinados raros a los que quieren ver el show sentados?
Axioma: argentina: maradona, tango, mate, falta de respeto e impuntualidad!
Seguimos asi.
Buenisimo el comment del recital del 27!