¿Película de terror nacional que se ríe de los estudiantes de cine y que actúa Marcelo Pocavida? Hay que verla!
Con un corto que le precedió y se estrenó el año pasado en el Salón Pueyrredón, a esta película no le cabe otra etiqueta que la de slasher, hecha con mucho profesionalismo, aunque quede opacada con las actuaciones acartonadas de los más chicos (No importa: a los quince minutos te acostumbrás).
La historia es sobre un asesino serial (¡de estudiantes de cine!) que está ayudando en una filmación, actuando de asesino serial. Cine dentro de cine y un sinfín de estereotipos de personajes en un set construyen esta trama de Making off sangriento (Argentina, 2012) en la que te encariñás tanto con el protagonista, con las líneas que dicen algunos («¿Judía, cineasta y lesbiana? ¡Qué asco!» dicha por el cuadrado y alzado Detective Caligari o «Sangre, gore, tripas y estética» del director de arte con la suavidad de Elton John), o con las personalidades que hacen casting (creo que una de las mejores escenas de la película) que les perdonás que haya algunas escenas en las que la iluminación es una patada en la cabeza. Sí, hasta aquellas llenas de tonalidades como si fuesen Dario Argento, que hubo uno nada más y hasta él hizo algunas aberraciones.
Mención aparte a Marcelo Pocavida: su actuación es creíble y su pelo, a pesar de estar más largo y despeinado, en conjunto con su camperita me hicieron acordar a Javier Bardem en No Country for Old Men, aunque se me suele acusar de ver parecidos que no son.
Ludmila Iara K.