Los fanatismos nos llevan a hacer cosas insensatas. Por ejemplo, yo, por seguir al Grupo Humus, que el año pasado mostró la maravillosa Básicamente un pozo, me metí a ver un programa entero de Baficito atraída por un corto ¡de un minuto! Que si llegaba tarde, me lo perdía. Por suerte eso no sucedió, porque Sergio Wolf está tan orgulloso del Baficito que presenta las funciones y nos da siempre cinco minutos de changüí. Así que recién cuando me senté le pregunté a mi vecina de butaca cómo era el programa que estaba por ver.
Vi Composición para goteras sobre lluvia sostenida, el corto de los amigos de Humus, que hace pensar en lo largo que es un minuto y hasta qué punto se lo puede llenar de colores. Me parece que a los Humus les debe gustar Rumba.
Después vi un par de cortos argentinos que ya me olvidé, y Copia A, la pesadilla de un proyectorista, muy divertido. Y finalmente vino Kerity, el largo, una fábula francesa acerca de un niño amante de los cuentos que no consigue aprender a leer. Los dibujos son lindos y la historia está bien, pero hasta ahí. De todas manera, nada verdaderamente malo puede pasarte en el Baficito.