Luna Park, 24/10/07
Me los perdí el año pasado en Los Angeles porque el mail que me avisaba que estaba acreditado llegó a la casilla incorrecta, esa noche los tickets salían 20 dolares, la mitad de lo que te fajaban acá esta noche de luna lleno. Ni en pedo iba a pagar esa guita, es cómo con el disco de Radiohead, uno sabe que valor le dá a una banda, Beck + The Police está en precio, el Personal Fest está 20 dolares más caro y con Soda Stereo directamente se fueron a la mierda (ahí me tendrían que pagar a mí para que vaya y de paso que me consigan a Wanda Nara y Evangelina Anderson para que me abaniquen).
Temprano en la semana me puse en campaña para conseguir un ticket de arriba
Un berp tremebundo envuelve las canciones Este año ya le financié los vicios a Greenbank pagando mi entrada para ver a la banda de Sting así que temprano en la semana me puse en campaña para conseguir un ticket de arriba. Contacté a mis allegados que están en el negocio rockero: los del canal de videos viejos con mal sonido me dijeron que las entradas que habían mandado se las había quedado el garca del gerente para ir con sus amigos de la infancia; la chica de la radio indie que pasa el mismo playlist desde hace años no me atendía el celular, se vé que deja de atender a gente como yo cuando hay recitales porque sabe que se viene el mangazo; los del diario me lloraron que pusieron a los Arctic en la tapa del suple de espectáculos jovenes y así y todo les mandaron una sola y se la estaban disputando en un campeonato de yenga, me ofrecieron a los 30 Seconds to Mars, «tengo 8 para vos si querés, podés llevar a los nenes y a los amiguitos y de paso festejan un cumple por adelantado», pensé que me estaba hablando de Patito Feo que a esta altura es lo mismo, pero enseguida descubrí mi error: Patito Feo es más hardcore que la banda del nabo de Jared Leto.
Un par de horas antes del chou y cuando ya estaba resignado a pasar la noche del miércoles buscando distraerme hasta que empezara el programa de Chiche llegó el SMS salvador: «che puto, tng las entrds!». Primero me ofendí, que es eso de ¿»tng las entrds»?, ¡escribí bien iletrado! (quevaser, soy de una generación que aprendió a leer y a escribir usando todas las letras que había a mano), después salté a lo Messi y casi me parto la espalda en dos, pero la euforia me acompañó por un buen rato, me zampé unas fetas de asado frío que quedó del domingo, me puse mi remera del Dúo Fantasía (¡no!, ¡Kristina y Cobos no!, el otro Dúo Fantasía, los Sui Generis de los 80, ¿no los escucharon? esos si que eran grossos, pero no sé en que terminaron, es un misterio, sacaron un discazo en el 82 y después se desvanecieron cuando Pipo Cipolatti se puso de moda).
arctic monkeys
Pero ustedes seguro que quieren saber que mierda pasó en lo de los Arctic Monkeys. Estuvo bueno. Fue cortito. No hubo bises. Estaba hasta a las manos. Mucha pendejada.
Y una buena cantidad de temas efectivos:
Brianstorm, Dancing Shoes, Fake Tales Of San Francisco, I Bet You Look Good On The Dancefloor, Flourescent Adolescent, Teddy Picker, The View From The Afternoon, When The Sun Goes Down, A Certain Romance. Todos fueron grandes éxitos en mis auriculares en los últimos dos años.
Turner hace horas extras, no solo canta bien y se defiende con la guitarra, es el que lleva adelante esta máquina que no para de aplastar pibes contra el suelo.
Ví los primeros temas desde el costado al fondo, con la panorámica del estadio a pleno. Desde ahí se ve perfecto pero el efecto galpón del Luna se devora todo y lo devuelve eructando, un berp tremebundo envuelve las canciones. The big picture manchada con un vomito de bebé. Cuando Alex Turner está cantando «a este bloody mary le falta tabasco» estoy metiendome entre la gente. Abajo frente a la banda se escucha mejor, veo de cerca a este pendejo con flequillo carlitos bala que escribió la mejor canción de pop brit del año. Hay pogo en todos los temas, pero dura 10 segundos, después los chicos paran y levantan los celulares para sacar fotos. La banda toca con la seguridad que te dá estar dandole todas las noches a las mismas canciones. Turner hace horas extras, no solo canta bien y se defiende con la guitarra, es el que lleva adelante esta máquina que no para de aplastar pibes contra el suelo. Me banco una media hora larga y cuando se está poniendo díficil esa boludez de respirar me vuelvo a la tribuna para esperar el final sentado. No sé si es el peso del día o de los años, me siento agotadísimo y lo único que hice fue caminar entre el público buscando un lugar desde dónde escuchar bien, una vez que lo encontré fueron mis oídos los que empezaron a pedir que la banda baje un cambio. Si el show hubiera sido un fin de semana hubiera ido bien adobado, pero es un miércoles, descontrolar hoy me dejaría inutilizado por un par de días laborales. Quevaser, en la semana últimamente soy muy careta…
A la salida coincidímos con Pérez y Masagge en que Franz Ferdinand, en este mismo lugar, estuvo mejor. Ni nos acordamos de Blur y Oasis que también le dieron una buena paliza al Luna Park. Pero eso es historia, fue hace casi 10 años, cuando los Arctic iban a la primaria.
Txt: Rodrigo Faisán
Fotos: Jorge Pérez
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