Si ya entraste al mundo de Caicedo y disfrutás de su obra no dudes ni un segundo en ver este documental. Si nunca lo leíste es una buena oportunidad de acercarse a un personaje inigualable. «Un vampiro de biblioteca» que «vivía en una burbuja de horror», según sus conocidos. Ospina construye el retrato del joven escritor suicida recurriendo al testimonio de esos pocos amigos del título y a las imágenes de un corto inédito dirigido por Caicedo y nunca terminado. Esas imágenes terminan contando mucho más que las mil palabras de los reporteados. Todo el tiempo aparecen frases impresas en la pantalla (¡gráfica flúo de los ochentas!) pertenecientes al escritor colombiano. El tipo sabía elegir las palabras. Me dieron ganas de retomar «Que viva la música», libro que abandoné después de leer unas pocas páginas. Por ahí no era un libro para el verano.