Festival Yeah: Travis, Starsailor y The Killers

De las bandas maracas la que más me gusta es Travis. Alguna de sus canciones me acompañaron bastante cuando estabamos por cambiar de milenio, pero después se me pasó y les perdí el rastro. Son pibes que me caen bien, podría comer un asado con ellos, pero por favor que a la hora decadente del fogón que no se les ocurra cantar en español algunas de sus canciones : «Wow, mirá ahora/ flores en la ventana/ que lindo día…».
Esta noche en la cancha estuvo todo bien, tranqui, pero a la banda le faltó una horneada. Sonaron joya, se entendía todo, fueron muy simpáticos, pero les faltó sangre y sudor, y sobraron lágrimas en las letras.
Y el viejo truco del visitante que se pone la camiseta del local, desde que hubo un caballo de madera en Troya, la verdá que ya no es creíble.
Antes, me perdí a Starsailor (tienen algún que otro lloriqueo aceptable y me daban ganas de ver que onda estos tipos sobre el escenario) y fué por la demora en llegar a un lugar que me queda a dos cuadras exactas de lo que en las guías T y Filcar se conoce como «la conch@ del pato». Ay, Liniers … llegué con cierta inquietud, la última vez que anduve por Velez me afanaron el reloj (ok, no era un tourbillon con cronógrafo de Audemars Piguet, pero si un Orient con calendario perpetuo muy gauchito y muy querido).
Pero ví a los kilers… que banda hedionda por dió…
Las rubias taradas que los esperaban con los brazos abiertos me cagaron medio chou de los Travis con sus vocecitas histéricas, ¿me parece a mí o esta de moda ir a ver recitales descerebrado?
Los Kilers, me dí cuenta ahí, son la banda que suena en mis pesadillas…
y ya que había pagado una buena cantidad de pesos me quedé a verlos, pensando que a lo mejor tenía que morfarme mis prejuicios: ese retro rock deudor de bandas que no me merecen ningún respeto, un sonido que hace 20 años que me hace putear y que el paso del tiempo no le firmó ningún indulto (ok, el tecno pop de Madonna y los Pet Shop Boys me terminó gustando, pero eso es todo lo que el paso de tiempo me permitió rescatar, el resto que se lo lleve el próximo tsunami), esos teclados grasosos, el recuerdo de lo peor de Queen y Bruce Springsteen, el Van Halen de Sammy Haggar, Starship, Heart…
Tanta épica, tantos espejitos de colores. En fin, los kilers me parecían una banda de cuarta hasta que los ví en vivo. Ahora me parecen una banda de mierda.
Dijo Víctor: «Wow! increíble! aguante the killers! que masa loco!»
Migraña