Otra vez en la ciudad y me siento como el marinero que perdió la gracia del mar (¿hay mujeres navegantes?). Vi más de veinte películas en estos días y sin embargo no ví una sola de las que ganaron los premios, la mayoría de países con desierto, cine de turbante, premios con que occidente se saca la culpa de las bombas. En fin…ya no soy esa chica aventurera y entonces voy a lo seguro, voy a ver la dúltima de Asia Argento, The heart is deceitfull about all things. Road movie pop donde una madre, Asia, somete a diversos tormentos a su pequeño hijo a quién recuperó de sus padres adoptivos con quienes lo había abandonado. El niño sufre diversas vejaciones incluyendo el abuso sexual de marylin mason en un simpático papel. En fin…verán como le gusta provocar a esta chica. Hacer simpático a un abusador. En el límite claro, no de lo soportable (aunque fue la pelí de la que más gente vi levantarse) sino de lo que el cine puede hacer soportar. No se sí es lícito, pero si posible. Creo que con una buena banda sonora cualquier cosas se soporta.
Estoy cansada, mis ojos han visto demasiado, los dejo por ahora, ya podré escribir en los días que siguen mis memorias de esta semana junto al mar.

Miss Mundo