A menudo digo que Hidrogenesse es la mejor banda del mundo. Vamos a volver sobre este concepto más tarde, porque es difícil de explicar. Por ahora, y a pocas horas de la primera presentación de Hidrogenesse en Argentina (y en Sudamérica) bien vale un recorrido caprichoso por tres temas escogidos para ilustrar algo de su genialidad.
(Antes, una pequeña introducción histórica totalmente prescindible.)
Carlos Ballesteros y Genís Segarra formaron Hidrogenesse a mediados/fines de los noventa, cuando algunos acá en Argentina, y muy de a poco, empezábamos a enterarnos de que en España pasaban cosas divertidas en el indie. Cosas arriesgadas, cosas de mal gusto, cosas de ingenuidad exagerada, cosas complicadas, todo medio trash, medio DIY, pero cosas divertidas. O bueno, por lo menos todo sonaba muy diferente a Radiohead y al indie serio, y eso para mí, que ya sospechaba que el tomarse muy en serio era algo bastante boludo, era muy atractivo. Entonces bien, en posterior y en paralelo (en orden inverso) al tontipop y al Donosti Sound aparecían Chico y Chica, Las Biscuits Salés o Astrud (la otra banda de Genís Segarra, que ojalá también alguna vez se reforme y nos visiten). Algunos gustaban más y otros menos, pero había algo muy atractivo ahí, algo que se podía tomar como bandera o qué se yo qué. Especialmente para uno que había crecido con un indie o muy cool o muy serio, esto tenía cierto olor a libertad (siempre pensé que Lysoform debería sacar un producto con “aroma a libertad”). Entre todo eso alguna vez nos enteramos de Hidrogenesse, de eres tan técnico/a, y en 2002 aparece finalmente su primer disco: Gimnástica Passiva.
1) Hidrogenesse Enamorados. No es un tema muy representativo de Gimnástica Passiva, el disco debut del dúo, pero probablemente ninguno lo sea. O quizás sí, porque una particularidad de este disco es que tiene un arco metanarrativo que comienza con «Hidrogenesse Asociados», una mitologización muy ridícula sobre la formación de la banda, y cierra con esta hermosa canción que tiene como estrella ese solo de guitarra eléctrica bien grasa y épico, como el de la canción de Italia 90 (el paradigma de las canciones épicas y grasas), y un cuarteto (dos hombres y dos vocoders) que rememora repetitivamente tres cosas (Te acuerdas del palacio de Congresos?, te acuerdas del primer concierto? Te acuerdas del sexo?). De fondo, como una especie de recuerdo intrusivo suena la melodía sintetizada del primer tema del disco, ese que repetía “hi-dro-genesse/ hi-dro-genesse”. Ese disco tiene hits más inmediatos como “No me digas que no hay nada más triste que lo tuyo” o “1987”, pero «Hidrogenesse enamorados» tiene algo entre perturbador, gracioso y emocionante, que son 3 de los tantos adjetivos con los que describo a Hidrogenesse en mis ratos libres.
2) Disfraz de Tigre. Animalitos sería la gran obra de la banda si no fuera porque después llegó el brillante disco sobre Turing. En Animalitos hay un recorrido por diferentes expresiones de animalización/deshumanización, que, siempre bajo la forma del humor, de la broma, esconden una mirada sombría sobre, básicamente, la humanidad. Disfraz de tigre es de esas canciones que a simple escucha pueden parecer una buena broma musicalizada de forma ganchera, lo cual, de por sí, es mucho más de lo que uno merece, pero aún así no le hace absoluta justicia. El golpeteo minimalista, la anécdota tonta casi recitada, monocorde, y entre todo eso, una melodía amigable que emerge, una melodía casi infantil, ridícula, como si hubiese sido compuesta por alguien no humano que trata torpemente de imitarnos, en el medio de un caos de ruiditos. Algo irresistible y bastante feo al mismo tiempo, lo que define muchas de las mejores cosas del grupo. Como decía, a simple escucha puede parecer un mero chiste sobre los giles que no entienden las metáforas, pero no, es mucho más, es un hitazo oscurísimo sobre la animalización del ser humano, sobre cierta tendencia a perder lo que nos hace humanos, sobre el lenguaje y la posibilidad de pensar sobre lo que somos y lo que podemos ser. Otras grandes canciones del disco que podemos mencionar casi al azar (el nivel del disco es muy parejo) son El poder de mis tejanos (una aventura sobreestimulada de alienación oficinística), Hotel Italia Delta Romeo (una frenética sucesión de inertes significantes hoteleros) o Vamos a Casarnos (una balada de amor burocrático). Pero definitivamente es un disco para escuchar entero.
3) Es difícil elegir sólo un tema de una obra con tanta cohesión como Un dígito binario dudoso. Un disco emocionante, gracioso, bailable y hasta pedagógico, que se vale de la vida de Alan Turing para volver a componer sobre los límites de la humanidad, sobre lo falso, sobre lo privado y lo público. Historia del mundo contada por las computadoras puede parecer un artículo de wikipedia con un pianito de fondo, pero de a poco se revela como algo mucho más complejo. Por momentos tiene melodía de jingle, después vuelve al piano, después pasa a una especie de synthpop, y entre todo eso, un recorrido aparentemente frío y objetivo, pero en el que se vislumbra el avance glorioso, implacable y terrorífico de la técnica. El final, en esa “reflexión” final de las computadoras (una de las grandes obsesiones de Turing fue la inteligencia artificial, es decir poder sintetizar lo que parece insintetizable: los sentimientos, la autoconciencia, etc.) es hermoso y absolutamente triste: Hacia dónde los llevamos, los llevaremos hacia dónde nos digais. Vosotros lo que querés es que encontremos una ley, una ley universal. Al final los llevaremos hacia la nada, donde las líneas paralelas se encuentran, donde las cosas no son falsas ni ciertas. Juntos de la mano hacia la nada.
En el final
Volviendo a tu pregunta sobre si Hidrogenesse es la mejor banda del mundo, bueno, es difícil contestar porque primero que nada no sé si efectivamente son una banda, y tampoco sé muy bien qué es el mundo, pero lo que sí puedo decir es que es una banda que da ganas de decir que son los mejores del mundo, porque por lo menos no hay nada o nadie como ellos, no hay más Hidrogenesse posible que los mismos Hidrogenesse (supongo que lo más parecido seria Sparks, pero casi que la comparación se reduce a cierta actitud y estética y a que son un dueto, no a mucho más), y eso es algo especialmente difícil hoy donde todo se parece demasiado a todo. Por todo esto mi recomendación final es que los conozcan y los amen.
Gira de Hidrogenesse por Latinoamérica
16 abril – Buenos Aires, Argentina
17 abril – Córdoba, Argentina
18 abril – Montevideo, Uruguay
25 abril – Santiago, Chile
26 abril – Valparaíso, Chile
2 mayo – Lima, Perú
8 mayo – Trujillo, Perú