«La gente me pregunta si todavía soy punk»
Entrevistó: Jota Pérez. Publicada originalmente en noviembre 2007.
Condenado por el orden de aparición a ser el otro (el otro fest de Mardel, el otro festival de cine independiente), el Marfici, contra viento y marea, llega a su cuarta edición. Este año habrá más de 100 films y 10 días para verlos. El gran visitante es Lech Kowalsky, documentalista seguidor de las enseñanzas del Do It Yourself, quién traerá bajo el brazo una retrospectiva completa de su obra.
– ¿Cuál es su punto de vista acerca de la industria cinematográfica?
– LK: Es una pregunta muy amplia. Hay muchos negocios del cine. Europa Occidental y Estados Unidos son la fuerza dominante en el mundo. Inglaterra está dividida entre ella, los Estados Unidos y un poco también con Europa Occidental. Rusia, Asia, Sudamérica tienen su industria en crecimiento. Igual que Australia y todos los otros países y regiones. Señalo esto porque cada área tiene sus diferencias y están esencialmente batallando contra Holywood. Como la mayoría de los negocios, el objetivo es hacer dinero. El objetivo es no quedar a la sombra de la maquinaria de Hollywood y esta es una gran guerra. Es una guerra cultural y ya lleva mucho tiempo. Podés compararla con la guerra en Irak. Estados Unidos es poderosa económicamente y puede hacer lo que se le canta. Es un gran exportador de cultura pop y el idioma inglés es claramente dominante. Mi punto es que un film como una obra de arte y como una expresión de una cultura está siempre bajo ataque y esta es una guerra en la que se lucha de varias maneras. No es que las otras regiones sean perfectas, pero deben estar atentos a ese lobo hambriento llamado Hollywood y esto implica también a Wall Street.
Pero la industria cinematográfica esta guíada por presunciones, la principal es que la gente es estúpida, y hacen películas para la mayor cantidad de espectadores posible. Esto dificulta la experimentación. La palabra clave es experimentación. Para mí, el cine quedó estancado y no está progresando como una forma de arte, pero esto puede decirse también de otras formas artísticas. Hay una necesidad de un aire fresco para la experimentación. Desafortunadamente vivimos en tiempos cínicos y esto es un veneno. La gente se rinde fácilmente ante todas las estructuras de poder que la rodean. Una muy grande es la televisión, que se está desgastando por otro personaje raro: Internet, que está causando estragos en todo el mundo. Muchas formas de “arte” están creciendo desde allí. Cosas que nunca habíamos previsto antes y para mí esto es excitante y espero que nos lleve cada vez más lejos, a lugares en los que nunca habíamos estado. Estoy trabajando en un film que toca esto de una manera directa. Es un reality de ciencia ficción.
– ¿Le quedan buenos recuerdos de la época en la que filmó porno?
– LK: Por supuesto. Terminé a la fuerza haciendo porno y aprendiendo acerca de la vida. Nunca hice mucho dinero, pero aprendí como manejar equipos y como tratar con toda clase de gente rara que vivía en los márgenes de la sociedad y no se preocupaba por tener que levantarse a las 6 AM para llegar a horario al trabajo. Mucha gente se pasa la vida haciendo esto. Yo aprendí a no hacerlo. Si me levanto temprano es por mí, y como soy un artista independiente trabajo 20 horas al día. Es un compromiso full time y no es trabajo. Es mi vida. No es que tenga un laburo.
– ¿Cree que la frase «Do It Yourself» tiene más vigencia que nunca?
– LK: Si, principalmente por la tecnología, pero también porque la gente necesita expresarse y no siempre ser guíada por cuanto van a ganar. Es saludable poder ser creativo sin tener que estar pensando sobre como posicionarte en el mercado. Esto es lo que era grandioso del período punk y sospecho que es por esto que este período no ha muerto y continua reinventándose una y otra vez. Al punk original, que tuvo corta vida, todavía se lo mira afectuosamente y no es un caballo muerto como Elvis, por ejemplo. Elvis es para viejos gordos cuadrados y sentimentales y el Punk es para ciertos jovenes hipsters.
Es saludable poder ser creativo sin tener que estar pensando sobre como posicionarte en el mercado.
– ¿Fué difícil filmar a los Sex Pistols de gira? ¿Cómo hizo para filmarlos sin autorización?
sex pistols- LK: Solo decidimos hacer la película y la filmamos. Fué mi idea. Y debo añadir que estaba realmente motivado para hacerla por mi novia de esa época, que era argentina. Ella incluso vino a uno de los conciertos, en Memphis, a sacar fotos. El otro elemento en la historia es el productor que financió el film y ademas vino a la gira para ser parte de la locura. Desafortunadamente, el se suicidó mientras yo estaba editando la película. Se mató en el mismo loft donde planeábamos la filmación. Un grupo de sus amigos y socios desparramó sus cenizas desde lo más alto del World Trade Center. Fué la única vez que estuve ahí. El era una persona provocadora en la escena de la cultura norteamericana de entonces. El fundó la revista sobre drogas High Times. Aprendí mucho de él y mucho de lo que aprendí todavía intento mantenerlo como parte de mi vida. Una de las cosas es que cuando estás creando algo, el proceso es muy especial y necesitás meterte en una burbuja de irrealidad e ir detrás de ello sin que nada importe. No pienses de más lo que estás haciendo, ya vas a tener bastante tiempo para pensar más tarde. Tenés la mayor parte de tu vida para pensar. Comprometete totalmente en el proceso creativo. La idea es encontrar las sorpresas que nunca soñaste.
– Usted estuvo muy involucrado en la escena de New York de fines de los años 70 y 80 ¿qué extraña de esa época?
– LK: La juventud. Era divertido ser joven y estúpido. A veces me pregunto como fue que pude sobrevivir y tantos otros no. El lado oscuro de esa época era la sombra de la guerra de Vietnam. La guerra terminó en 1975 y dejó una sombra larga. Entonces vino el sida y causó otro impacto fuertísimo, y por supuesto todas las sobredosis. Y allí está New York, el lugar al que la gente se escapaba para poder ser ellos mismos. Ya no es lo mismo, pero ningún lado es lo que era. Ya no se trata del lugar, se trata de no estar atrapado en la idea de un lugar. Ahora pienso que se trata de estar moviéndose y viviendo como un nómade. Económicamente, ahora es posible hacerlo y una persona creativa necesita alimentarse de la energía del mundo. Las cosas se están moviendo rápidamente y necesitás ver el cuadro completo. El movimiento ayuda.
– ¿Por qué le llevó tanto tiempo terminar Born To Lose, su film sobre Johnny Thunders?
– LK: Porque no me gustan las películas de rock y traté de imaginar como no hacer una y me llevó mucho tiempo y de alguna manera nunca estuve demasiado interesado en terminar el film. Paré de trabajar en él porque estaba cansado. El cliché de que era dificil hacer una película sobre Johnny Thunders. Ví el corte final del film hace poco y es bastante fuerte. En un punto no me gustó mucho. Ahora creo que es uno de los fims mas fuertes que hice.
– ¿Y cómo fué que parte de ese film – la entrevista a Dee Dee Ramone- terminó siendo otra película?
– LK: Cuando Dee Dee aceptó ser filmado y mientras trabajabamos juntos, pensé en la idea de hacer algo sobre él y filmamos muchísimo material, más del que necesitábamos. En Born To Lose usé una pequeña parte de él. Tengo cientos de horas de material con toda clase de gente. Voy a editar este material a fines del año que viene. Es mi historia de ese período de tiempo.
Cuando Dee Dee murió, yo quería hacer una película simple y pura sobre el, no una de esas estúpidas historias de rock tipo MTV. Algo simple para recordar que personaje increíble que era Dee Dee. Pienso que la película lo captura de una manera asombrosa. Es simplemente él. Es Dee Dee.
Cuando Dee Dee Ramone murió, yo quería hacer una película simple y pura sobre el, no una de esas estúpidas historias de rock tipo MTV
– Sus films suelen recorrer los festivales de cine alrededor del mundo ¿cómo son las reacciones del público? ¿Ha recibido reacciones muy variadas?
– LK: La gente me pregunta si todavía soy punk. A la gente le gusta ver mis films porque se sienten frescos y no se ven anticuados. Pero mis películas son acerca de la historia y también sobre mí. No puedo decirte más sobre como se siente la gente con ellos porque no les pregunto. Solo disfruto mostrandoselos.
– ¿Cuáles son los directores que le gustan?
– LK: Te puedo dar una lista pero no lo voy a hacer porque sería un poco mentira. Me gustan diferentes cineastas de diferentes períodos de mi vida. Incluso Jerry Lewis. ¿Dirigió él los films en los que estuvo involucrado? No lo sé, pero tuvo una gran influencia en sus films. Me gusta Wajda. Me gusta…
– Su último film Winners and Losers es acerca de los espectadores mirando la final del mundial ¿que lo llevo a interesarse en el mundo del futbol?
– LK: Aquí va la gran respuesta…
Estoy bastante aburrido con los issue films. Estoy cansado de los malos documentales de asuntos políticos. Quiero celebrar la vida, estoy interesado en la vida como la estamos viviendo y no veo que ninguno de los últimos documentales que tratan temas «importantes» haya hecho del mundo un lugar mejor. Hasta mis films underground eran acerca de la gente y la vida vivida a full. Así que después de East of Paradise quería hacer algo totalmente nuevo para mí, con nuevas reglas y poder divertirme y jugar. Este aspecto juguetón no aparece en los films de hoy en día. Están demasiado empeñados en “querer cambiar el mundo”, son políticamente naives, muy aburridos, están mal conceptualizados y no están hechos por artistas. Quiero huír del cine influenciado por la televisión. Así que decidimos hacer este film. Llevó diez minutos tomar la decisión y allí, por supuesto, empezó la verdadera tortura, como siempre pasa con cada película. Eso es filmar películas. Pero estoy contento de haber hecho esta. Aprendí mucho al hacerla.
Quiero celebrar la vida, estoy interesado en la vida como la estamos viviendo y no veo que ninguno de los últimos documentales que tratan temas «importantes» haya hecho del mundo un lugar mejor.
Es una historia que va desde el comienzo del partido hasta el final. Intenté enfrentar a los personajes franceses con los italianos, mostrar algo de background socioeconómico y posturas frente a la vida. Quería captar la intimidad de las locaciones. Quise sentir lo más pequeño de cada comunidad en su lugar, capturar el color de cada cultura y lo que significa mirar el partido. Nos olvidamos que la comunidad de fans está compuesta de segmentos de la sociedad que simplemente aman el futbol. El juego está muy ensombrecido por el dinero, los nombres famosos, los negocios, los barras bravas y muchas cosas que llaman la atención de la prensa, pero la esencia todavía es el amor por el juego. También quise abordar al nacionalismo, pero el nacionalismo en el sentido positivo, el que significa que soy hincha del equipo de mi país. No solo un hincha del equipo que puede contratar a los mejores jugadores. Amo el Mundial, es una de las formas más puras del deporte en nuestras complicadas vidas.
Filmé escenas en un café en Pantin, en las afueras de París, no muy lejos de donde vivo. Está lleno de gente con toda clase de backgrounds y esa tarde había quizás solo dos franceses de raza blanca. Es la secuencia final del la película.
Mi amigo Nicolas es director creativo en una agencia de publicidad y trabajo con él ocasionalmente. Justo habíamos terminado de filmar algo con tres fotógrafos africanos, ellos habían venido a París a sacar fotos para un aviso de SNCF, el sistema de trenes francés. Esto fue durante el Mundial. Nicolas y yo miramos algunos de los partidos y quedamos golpeados por los hinchas mirando el partido. Cuatro días antes de la final estabamos en la agencia y Nicolas dijo que estaría bueno hacer un film sobre la gente mirando el partido. Lo pensé y dije que si, pero que sería mejor hacer un film sobre los italianos y franceses mirando y transformarlos en los personajes principales. El director financiero nos escuchó y preguntó cuanto necesitabamos, le hice unos números rápidos y el dijo OK. Esto fue un problema porque teníamos que decidir si la idea valía la pena que continuaramos. Lo pensé y dije hagamosló. Así que Odile, el productor, y yo tuvimos cuatro días para preparar todo. Unos meses antes yo había estado en Roma por una retrospectiva de mi obra, la había pasado muy bien y había hecho muchos contactos. Además en los últimos años había estado cerca de la cultura italiana por el festival de cine de Alba y por la gente que había conocido ahí, así que tenía muchos contactos. Odile básicamente juntó todas las piezas y tuvimos 11 crews filmando en Roma y 11 crews en Paris.
Mi única instrucción fue que filmaran a la gente mirando el partido desde el comienzo al final y que contaran una historia sobre ellos, que siguieran a algunos personajes durante el transcurso del juego.
Tuve unas 70 horas de material para seleccionar historias. Algún material era mejor que otro y como sucede con los documentales tuvimos suerte de tener algunos grandes personajes y escenas donde todo se juntó.
El dificultoso trabajo de edición fue más complicado aún porque no teníamos suficiente dinero para completar la película y trabajé en el montaje mientras hacía otros laburos. El film tomó forma mientras lo iba editando. Fue difícil editarlo.
Un día tuve un simple descubrimiento que le dió forma al film. Paré la evolución cronológica del partido alrededor de los 35 minutos y puse un cartel que decía “68 minutos después”. Y la historia del partido continúa más tarde. No hay escenas falsas en el film. Todo está mostrado en tiempo real. El film es muy honesto y puro. Igual que un buen partido, por eso la gente ama el futbol. Es lo más cercano a la democracia que va a estar el mundo. Incluso si en algunos casos el deporte está pervertido por la política y el dinero y otras fuerzas del mal, los hinchas siempre esperan que el partido que están viendo sea puro y honesto.
Espero poder hacer otro film sobre deportes algun día.
El fútbol es lo más cercano a la democracia que va a estar el mundo.