El alemanote Coconut ataca de nuevo. Pero bajen el pánico: esta vez apenas sale airoso. El primer disco, cover tras cover de los otros alemanotes, los Kraftwerk, era una excelente relectura en clave polkosa de una banda pionera de la tecno music, un álbum para recomendar aclarando que de ahí había salido el tema del dandy de la bebida esa. En este caso, Coconut se malcopa y hace un disco que no está mal, pero no deja de parecer un chiste contado por segunda vez. Sí, hay algunos chistes que la segunda vez también resultan graciosos, pero no sé si este es el caso. La elección de temas no está mal y su readaptación es impecable, pero ya está muy muy muy visto. Oído, quise decir, perdón. Está bien, es gracioso escuchar Smoke On The Water, Riders On The Storm y Smooth Operator en versiones mambo o chachachá, pero el disco no tiene la consistencia del anterior, ni la cohesión, ni la coherencia, ni la coerción. Sí, ya sé esa última palabra está de más, sólo quería ver si me seguías atentamente.
Eso sí, escuchar este disco sin bailarlo es un poco tonto. Porque como bien dice su título, son canciones para fiestas. Sólo para fiestas. Al ponerlo de fondo para escribir estas palabras, Víctor se adelantó y quiso agregar su opinión de antemano diciendo «¡otra vez este disquito!«. Y por primera vez coincido con él: si uno no baila al escucharlo, está incurriendo en un error. Este disco no es para escuchar, es para bailar, tema más, tema menos. Para sentirse cool delante de los amigos y conocidos por tenerlo. Un disco que se acaba cuando el último de los invitados vomita sobre tu alfombra o se pone la pantalla de la lámpara como sombrero: o sea, para escucharlo hasta que la fiesta deja de ser divertida.
Si este disco ha sido de tu total agrado y te parece algo como para escuchar seguido, además de recibir desde mí una simpática puteada, te recomiendo que compres una colección de discos que venden por Corrientes a precio conveniente, llamada Space Age Pop. No tiene desperdicio y nunca pretendió ser cool y todo eso.
¡Ah! Me pregunto si Michael Jackon escuchó el remozado cover de Beat It y qué opina al respecto. Al escuchar esa versión sí que me reí. Aunque una sola vez…

Pablo Conde

En pocas palabras: «A bailar que se acaba el mundo» diría el bigotes de Baccarat, mientras se refriega las manos y escucha atentamente.
Recomendado si te gusta: Bailar chachachá.
Para escuchar: Bueno, por esta vez no escribiré cosas obvias.
Dijo Victor: ¡Si Emilio canta Las maracas de Machín una vez más, lo estrangulo!
Linkología: http://www.multicolor-recordings.de/senorcoconut/

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