Ahora que Independiente se va al descenso podemos hacer un montón de chistes!. O usarlo como metáfora del fin de los tiempos, estilo ¨El cine independiente se va a la B¨. No estaría nada mal eh!! Tal vez por ahí enontraríamos lo que le está faltando, che; garra y actitud. Hay bastantes formas de decirlo; una es decir que el cine independiente se volvió adulto. Yo diría que más bien se institucionalizó si no fuera una palabra horrible. Si adultez es sinónimo de madurez no es el caso. Hay muchas pelìculas inmaduras que responden a los clisès del artista joven. O del artista a secas. Ya me aburren desde los afiches. Maduras son las muy buenas Call Girls y A Hijacking; sueca y danesa respectivamente. De la primera ya habló Juan; la segunda es también bastante notable a su manera. A riesgo de sonar serio (justamente lo que no quiero!) cuánto aportan las cinematografías periféricas a los géneros. Y cuanto extrañaba a Winterberg!! Una película de género secuestro, una «Tarde de perros» a escala mundial entre un escritorio en Copenhagen y un barco a la deriva en el Oceano Indico. Es buena y compleja a pesar de su sencillez. La versión yankee sería insoportable. Escribió el amigo Alde Marce que la película de Assayas es una peli burguesa sobre tiempos de revolución (cito de memoria!). Un poco asi el festival; una visión burguesa de lo independiente. Ni uno con ganas de patear el tablero un poco; de la manera que sea. Ojalá esté equivocado y el blog se llene de recomendaciones de pelis que no vimos. Por otro lado no es problema del festival que es lo más como siempre. Es que es lo que hay. Al menos por acá. O más o menos lo que hay. Digo, con 400 peliculas es una buena muestra de lo que se está haciendo. Y en ese panorama descolla Leviathan. Descolla en cualquier panorama. Tremenda. Como la primera vez que escuché a Oval. Como cada vez que escucho a Oval. Parafraseando a Juan en lo que escribió hace unos días; el ojo confundido con la visión misma. El cine (como cierta música) vuelto textura. Esa es la actitud. Levantarnos de la butaca. Y salgo al pasillo y escucho los comentarios de los estudiantes y me digo que estamos en el horno. La mirada del olfa que busca por todos lados como hacer los deberes. Extrañamos los jubilados de Mar del Plata. El cine y la vida misma. Tenía mis porotos en Radiografía del Desierto de Mariano Donoso. Sus dos primeras películas, Opus y Tekton, me había gustado mucho. Llenas de humor e ideas. Y pumbate, Donoso, amigos de Llinás, que se puso serio y que más allá de algunas imágenes memorables nos invitó al sopor y el aburrimiento estilo uia, ahora va a preparar el mate, ¿cuánto le va a poner?, puedo dormir 3 minutos más. Hasta que empieza a cambiar la goma que se le pinchó (otros 3 minutos). Y a pesar de ciertas imágenes que me vuelven como en sueños no se la puedo recomendar a nadie. Como la de Apichatpong. Aunque por razones opuestas. Porque casi no es cine. Es un director que cada uno debe descubrir en un momento. Solito. Cualquier cosa que se diga lo desmerece y traiciona. Aunque llevé a mi amiga nueva peró. Que despuès me preguntó; ¿Hay alguna que te mueras por ver? Dificil. No lo sabía pero las de Hong San soo. Que empieza donde todos terminan. Sus personajes caminando con sus mochilitas. Un director joven e inseguro invitado de jurado a un festival de medio pelo en, título genial, Cómo si te las supieras todas. Las versiones independientes van derecho, en el tono que sea, a la incertidumbre del artista. Sí es argentina se va a Ushuaia o a Salta a buscar al padre; si es yankee, nos comemos todas sus reflexiones intrascendentes y si tenemos suerte, escuchamos alguna linda canción. Aquí es solo una excusa para la comedia humana. Un Rhomer coreano que nos habla y se rie de verdad. Y otra vez la irreverencia en un artista consumado. Como en Shut Up and Play de Hits. Aunque muchos ya la vieron en la tele bien vale la sala. Nunca pensé que iba a decir esto. Es una película tierna!! Jua. Si, el documental sobre James Murphy y el último recital de LCD Soundsystem es una película sentimental. Que nos muestra a un artista verdadero. Un Elton John cool con perrito y todo. Sacando la triste figura del crítico de rock, otro momento de alegría y la irreverencia de desear ser tan solo un hombre corriente. Dj malhumor