Mi madre siempre que había un accidente pensaba que yo era el muerto dice Tomas Benhard en algún lugar. Como todo lo que salía de su boca suena terrible. Bien mirado es el amor de una madre italiana o judía. En mucho de nosotros la combinación de ambas; una buena madre argentina en definitiva; alguien que se preocupa todo el tiempo. Aunque ya habíamos hablado, unas horas después madre leyó en las noticias que en la maratón hubo un muerto y se desesperó. Siempre muere alguien madre le dije. En todos lados. Le conté que me afeité y puse gorra para engañar a los años y pasar así desapercibido. Ay nene cuidate suspiró. Llegamos a Rosario escuchando el partido de Brasil y Chile. Los penales los seguimos rodeados de gente en un puestito en la calle. La pequeña pantalla de un teléfono. Como éramos muchos solo llegaba el rumor; gana Chile; gana Brasil. Ganó Brasil. No sabíamos si estar contentos o tristes. Lo más curioso es que parecía que había que tomar una posición. Pensé en todos mis amigos chilenos; en todos mis amigos brasileños; listo, que pierdan los dos. Me impresionan los barcos gigantes como edificios flotantes ahí al lado. El agua que baja rápida desde la inundación. El mundial desató mi tuiterismo. Porque no hay nada mejor que twiter para soportar los tiempos muertos del partido. Y los muertos que están jugando también. Como los festivales de cine, el mundial invita al comentario y al desvarío. Todos tenemos algo para decir. No está mal. Me fui a correr la maratón con los muchachos del grupo. José me contó cuando el mismo jugaba al futbol y lo llevaron a probar. Falló porque le dieron botines y el jugaba siempre descalzo. Las bandas de esta semana fueron en su mayoría noise pop coqueteando con la nada. Wild Nothing (clásicos, nunca fallan), Cloud Nothing (eclécticos) y, para simplificar, el excelente ¨Culpables de Todo¨ de Nothing a secas. En la misma línea ruidosa y dulce a la salida del último de A sunny day in Glasgow se le suma el también excelente Go Guitar de She Sir. La alegría no es solo brasilera. La largada es una estampida y una marea que te lleva. Más que correr se flota unos centímetros sobre el asfalto. Sé que iba muy rápido y después lo olvidé todo. Sé que en un momento solo era mi cabeza y mirar uno de gorro rojo que iba adelante. Al pasar, las hormigas gigantes. Hubo uno que al cruzar la llegada se le paró el corazón y cayó redondo. Madre sintió una puntada y se asustó. El de Black Tambourine también está buenísimo.
Dj Malhumor.
