¨Hola Santi¨ me dijo distendido y con una sonrisa de oreja a oreja. Esa sí que no me la esperaba. Así me recibió el comisionado. Tenía que decir algo. Había hecho 5600 kilómetros de costa a costa para visitar a Batichica. Estaba en la puerta de un edificio super elegante en el barrio más cuico de Santiago. Bastante chivado y con la barba de un mes. ¨Puerta a puerta¨ le dije y le entregué una flor. Pasá loco; desensillá y contame todo. Un año lleno de emociones sin duda. Primero los hijos de Silvana; ahora el padre de Batichica. Mucho peor unos adolescentes a los que les birlas la madre pero así y todo es el papá de la nena. ¨Te agradezco lo que hiciste. Sos el primero que la aguanta tanto tiempo¨ me dijo después. ¨Pensábamos con mi esposa (el comisionado tiene una esposa igual de sorprendente) que sos el mejor candidato de todos. Primero estudiaste psicología y segundo le llevás 17 años. No hay otra forma de domarla un poco. Hubiera sido mejor que le llevaras 20 o 25 pero bueno¨. Sentado en un barcito en la estación Santa Lucia me reía solo. Apareció Mogwai en esos momentos de felicidad plena cuando en el ipod aparece la canción justa. George Square Thatcher Death Party. Esa sí que no me la esperaba. ¨Crees que se puede curar? Me preguntó el comisionado. ¨ No hay cura para el carácter¨ le tuve que confesar. El carácter es el destino dijo Heráclito. Y después lo dijo Freud. O reformuló la cosa y dijo que la biología es el destino. Ya no lo recuerdo. Las frases leídas tanto tiempo atrás son como las frases escuchadas y vistas en los sueños. Como las películas y los viajes. Me imaginaba dijo sin drama. El carácter se trabaja. Se moldea o se acepta como una condena. La mayoría de las personas van al psicoanalista para dejar la conciencia tranquila. Y que el carácter no les espante los amores. Aprender a esconderlo. Que nadie sepa cómo somos. Fue un momento increíble. Sentados los dos en una pizzería coqueta hablando de batichica. Me pidió que le contará de mi viaje. El recorrió la Patagonia a caballo con otro de sus hijos. Vivió en varios países. Inventó cosas, tuvo empresas. Ahora vengo me dijo y se fue a entregar una pizza en la 4×4. El día siguiente fuimos a jugar al futbol. Se apareció con los cortos y la camiseta de river. Batichica a su vez indiferente a mis hazañas. Crucé el continente de costa a costa; desiertos, llanuras y montañas hasta la capital más amigable que he conocido. Apenas me detuve con la bici ya tenía varios amigos. Entonces conocí a Emilia. Pero esa ya es otra historia. Dj Malhumor (aka Santiago Bardotti)