A tale of cinema, Hong San-Soo. La clase de película que si no te gusta quedás mal con todo el mundo y recibís comentarios hirientes de los que saben (imaginen a quintin con la posibilidad de decir un título en francés homónimo de una obra de Duchamps como había sido la anterior del mismo director Virgen desnudada por sus pretendientes) y que si recomendás a alguien te considera una tilinga que se quiere hacer la que no solo va a la universidad, sino estudia e incluso entiende algo. Lo que estoy segura es que, como dijo nuestro jefe de gobierno y filósofo pelado de sí mismo, este film coreano es a todas luces, afrancesado. Durante la proyección me sentí como en una cena con los padres de un nuevo novio, no entendía bien de qué se trataba y cómo iba a terminar. No sabía muy bien si quería estar ahí, por qué y si no era mejor al final estar sola mirando el cable en casa y en pantuflas.
Debo decir que al final fue saliendo adelante, que incluso los personajes me parecieron simpáticos y que hoy me levanté a la mañana pensando que la pasé bien. Particularmente me parece que el tono irónico de todo el tiempo genera una intranquilidad que no ayuda porque pensás que se refiere a vos que no entendés. Pero la verdad, al final, me gustó y voy a volver a cenar con este chico y su familia.
Miss Mundo.