Cinéfilos a la intemperie, de Carlos García y Alfredo Slavtzky.
Hacer un documental sobre cinéfilos es quizá una tarea monstruosa. Hacer algo bien, prolijo, exhaustivo, sería lo que uno aceptaría como un desafío. Pues bien, los directores de esta película no son todo lo exigentes que son sus entrevistados. Armados con una cámara de video, un rudimentario equipo de audio y mucha más intención que capacidad, García y Slavtzky se sientan frente a un puñado de elegidos, muchos críticos, alguno realizador, a charlar del cine y sus cuestiones. La premisa es sencilla, los nombres que desfilan conocidos, las caras por ahí no tanto. Si hay alguien que destaca entre todo ese conjunto no es Sergio Wolf (a quién destacan en el catálogo, haciendo una vez más gala de ese club de amigos con poca onda que es el BAFICI), sino Jorge Acha, un personaje delicioso, de esos que a uno le hubiera gustado conocer. Hay una retrospectiva de Acha que gracias a este docu voy a tratar de atacar y recomiendo lo mismo. Acha es el personaje con más onda de lo que ví hasta ahora en este Fest. Ahí, al lado de Stephen Tobolowsky.
En suma, Cinéfilos a la intemperie, termina siendo un videíto casero, bien editado, con serios problemas de luz, sonido, encuadre, calidad de imagen, etc. El lector se preguntará por qué catzo fue programado. Pues bien, creo que la respuesta está en que, más allá del amiguismo que pueda existir, el material tiene cierto valor en cuanto al registro de opiniones. Además de que dá gusto verle la cara a Tarruella y escuchar los palos cariñosos que le tira Acha.
Cuando me senté en la sala, una señora se acercó hasta la primera fila, hablando con alguno de los acomodadores del Hoyts, diciéndole “Ya vamos a ver tu obra en algún momento… Seguro que trabajás con Tinelli…”. Teniendo en cuenta que esa mujer es la misma que le gritó “fachista!” a Aristarain, cuando cuenta que había un cine que “se llenaba de putos”… Sí, la vieja resultó ser un personaje más interesante que los gustos de Wolf…
Souvenir of Canada, de Robin Neinstein
Debo admitir que soy un fan perdido de toda la obra de Douglas Coupland. Quizá alguno más, alguno menos, pero en general, sus libros forman una parte importante de mi cabeza. Llegué a él, como casi todos los que lo hicimos en los primeros noventa, porque era EL autor. Sin embargo aún hoy sigo pidiéndoles a mis amigos que tienen la suerte de viajar, que me traigan lo nuevo del bueno de DC. Sus libros son mi lado más cursi. A veces son muy de autoayuda y sus historias pueden dejar ganas de más. Sin embargo, todavía no puedo evitar leerlos apenas caen en mis manos. O de agarrar Life After God cada tres o cuatro meses y dejarme llevar por el azar. Ese es mi punto de partida para ver esta película. El fanatismo más puro, el que te hace escuchar a tu ídolo sin medir bien qué es lo que dice, sin que te importe, mientras se mantenga en el territorio sagrado que es su filosofía. Por eso hablar de este docu sería hacerlo desde mi ceguera. Hablar desde el tipo que aún le quedan varias incógnitas alrededor de uno de sus autores favoritos.
Souvenir of Canada es un libro que aún no tengo de Doug. Es uno de sus proyectos artísticos, el tratar de encontrar la identidad del ciudadano canadiense a través de todo lo que caracteriza a esa sociedad. Es un chiste, no hay que tomárselo en serio.
Souvenir of Canada es un documental en el cual Doug trata de recrear en una casa a punto de ser demolida, la experiencia del libro. Y el director aprovecha para meterse un poco en la vida de Doug, sin complicar nada ni decir demasiado, quizá lo suficiente para que se despejen algunas incógnitas a su alrededor. Pero es un chiste, no hay que tomárselo en serio.
Si no leíste nada de Coupland o no te gustó lo que sí leíste, ni te calientes en ver este docu. Puede ser tiempo perdido. No es un estudio serio alrededor de la identidad de una nación. No hay antropología valedera. Es un chiste, no hay que tomárselo en serio.
Si al menos te simpatiza este otro canadiense errante, ¿qué estás esperando?
Miss Mundo (que dicho sea de paso estaba muy bonita en esa proyección, doy fé que la miraron muchos y mucho), me decía que Douglas no iba a salir del closet mientras el padre esté vivo. Y sí, es muy probable.
http://www.coupland.com/books/books03.html
Permanent Vacation, de Jim Jarmusch
Hace unos diez años que tengo una copia en vhs de esta película. Nunca encontré el momento para verla, siempre me dió paja, o estaba en otra cosa, o no la encontraba cuando tenía tiempo y ganas de verla. Al enterarme que la iban a pasar acá me entusiasmé. Qué mejor forma de verla que en el cine. Me quedé dormido a los diez minutos. Me despertaba cada tanto, siguiendo un poco la trama y volviendo a dormir con ganas. Es un moplo. El error es mío: tendría que haberla visto diez años atrás. Ahora me dá miedo por el futuro de Ghost Dog. La vida es una mierda. Perdón JJ. Todavía te quiero.
Troll, de José Gonzales Morandi y Eva Serrats Luytz.
Para empezar, este docu no es apto para impresionables. Entre heridas y cortaduras, grapas y jeringas en plano detalle, hay que tener un poco de estómago.
Troll es una toxicómana, como le gusta llamarse a sí misma, que anda todo el tiempo detrás de una jeringa, una esnifada, un vasito, un porrito, un chonguito, lo que sea que se le cruce en el camino. A la par, Troll es un personaje increíble, de un nivel cultural bastante alto y con un dominio del lenguaje que debería envidiar más de uno.
La película la sigue por todas partes, en un tour de force por el Barrio Gótico de Barcelona, por la puerta del bar de Manu Chao, por edificios infestados de ratas, por las calles más desoladas de toda España y hasta por un recital de Lee Scratch Perry, quien resulta tener un rostro más bello y femenino que la mismísima Troll.
La proyección de esta peli la debería haber auspiciado Cerdos & Peces.
Para qué contar más. Imperdible, amigos. Imperdible.
http://www.katarsis-net.com.ar/biblio.php
(Buscar “Symns, Enrique”)
Vacationland, de Todd Verow
Cine indie gay. Casi Gregg Araki, pero un casi te deja con ganas de más. Torpe de a ratos, aburrida de a otros, simpaticona en conjunto. Diez años atrás hubiera sido un hitazo. Cinco una promesa. Hoy… Y bué.
Sólo para completistas del cine indie yanqui. Aunque no conozco a otro… ¿Hay alguien más ahí afuera?
http://www.bangorfilms.com/