Una noche del año pasado me llevé de mi bar favorito de Ginebra una de esas entrañables revistas gratuitas de diseño llamativo y contenido que gira alrededor de la agenda de la semana. Buscando que hacer en una tarde-noche que tenía libre descubrí que la ciudad que vio morir a Borges tiene un Festival de Cine Independiente. Films asiáticos y europeos convivían con varios latinos en una grilla que entusiasmaba. Entre títulos que ya habían pasado por nuestros festivales caseros y nombres de consagrados del circuito indie se podía armar un recorrido bastante interesante. Las salas quedaban bastante cerca, después de todo Ginebra no es una ciudad tan grande y es muy caminable. Lo único que va en contra es el frío, la temperatura del enero del año pasaba andaba entre cero y cinco grados todos los días, pero esto no asusta a un ushuaiense como yo.
Por horario, cercanía e interés previo, esa noche elegí ir a ver «Joven y Alocada» de Marialy Rivas (una que terminarían pasando en el Bafici tres meses después, pero en ese momento no lo sabía). La función era en la vieja usina de la ciudad que ahora es un edificio reciclado en centro cultural. Escaleras angostas, paredes descascaradas y afiches que anunciaban desde recitales punks hasta un ciclo de cine queer feminista. Lindo lugar. Mientras subía para comprar la entrada esquivaba el gentío que hacía cola en la escalera. Llego a la boletería y me anuncian que la función estaba agotada, que solo quedaban lugares sentado en el piso. Mientras me decidía, esos lugares volaron. Y siguió cayendo gente y todos rebotaban. Se ve que el cine independiente también es un éxito entre la comunidad helvética.
Este año tengo revancha y ya sé que tengo que llegar temprano. El 15º Festival Black Movie: Festival international de films indépendants de Genève, dura desde el 17 hasta el 26 de enero. La programación es bastante poderosa y tiene varios films irresistibles. Para empezar, proyectan dos de las grandes películas del último año: «Why Don’t You Play In Hell» de Sion Sono y «R100» de Hitoshi Matsumoto. Las dos están en una sección llamada «A Flirt with the Fantastic«que incluye entre otras truculencias a «Mujer Conejo» de nuestra compatriota Verónica Chen.
Cómo este año el festival indie suizo cumple 15 años, armaron «Happy Birthday» una sección para festejar 
tal acontecimiento y metieron grandes éxitos de ediciones anteriores. Muchas de ellas son de esas películas que siempre te descubrís diciendole a alguien: «¿Cómo no la viste?». Entre ellas sobresalen «Hiroshima» de Pablo Stoll (descripta por el catálogo como Post Rock Ballad), «The Wayward Cloud» de Tsai Ming-Liang, «Gozu» de Takashi Miike, «Memories of Murder» de Bong Joon-Ho y «Symbol» de Matsumoto (definida como U.F.O.: Unidentified Film Object). Otras secciones destacadas son «Black Movie for Kids«, que propone un recorrido alternativo por el mundo del cine infantil y «Carte Blanche for the BIFF«, una selección de films que deberían haberse proyectado en la última edición del Beijing Independant Film Festival, una muestra que fue censurada por el gobierno chino.
Por ahí andaré, después les cuento las similitudes con nuestros festivales y los usos y costumbres de los festivaleros suizos. Bonsoir.
J. Pérez
+ info: http://blackmovie.ch/2014/index_en.php
+ festivales en Encerrados Afuera: http://www.encerradosafuera.com.ar/festivales.htm
