Bueno, ustedes saben que por «La Ley de Medios K» Encerrados Afuera está obligado a incluir al menos 1 (una) vez dos (2) críticas (reseñas) para una misma película. Así que por eso y porque tenía ganas de escribir sobre esta película es que aparece este segundo comentario sobre la griega Attenberg, que a mí sí me gustó y me gustó mucho.
Quizás durante los primeros minutos puede parecer que es una película algo extravagante sobre una joven que busca su identidad y horrores baficeros por el estilo. Pero con el correr de la proyección se devela más como una película que se pregunta por los humanos no tanto como conciencias o como formas psicológicas sino como organismos vivos. Es una película muy antropológica. Y acompañamos a Marina, la protagonista, en su encantadora exploración naturalista. Recorremos su cuerpo y el de los otros con planos detalle sobre homóplatos hipertrofiados, pies deformes y tetas, y descubrimos junto a ella y su excesiva narratividad descriptiva el comportamiento sexual y lúdico de los humanos, cual documental de NatGeo. (La primera escena sexual entre Spyros y Marina es la escena más tierna y graciosa del festival.)
También es una película levistrausseana, porque todo el tiempo juega con la confusión entre naturaleza y cultura, entre estos humanos animalescos y el entorno industrial burgués que los cerca y también los define, como ese entramado uniforme de viviendas que limita y tranquiliza a Marina. Entonces se la pasan jugando en esos raros dormitorios y patios de un hotel semi abandonado, juegan a ser monos, patos, aves indeterminadas. Se agreden y se aman. Sí, los personajes son bastante extravagantes, pero aún así empatizables y contagian ese extrañamiento ante la naturaleza (o lo que sea) humana que justamente sólo podemos percibir con la objetivación que permite sentarnos en una sala a mirar a los otros.
Attenberg es una pelicula muy tierna y sordida, con videoclips super copados de canciones de Suicide y F. Hardy (e insertos en la historia, no como los videos de Tsai Ming Liang), con personajes queribles, con canchas de tenis, hoteles y hospitales siempre vacíos, con una poesía corporal medio dulce y medio salvaje, con un aire misterioso y perturbador como el que seguramente tenemos para los animales (porque la verdad es que somos medio deformes). Attenberg nos dice que ser humano está bueno, que lo disfrutemos, que nos deslumbremos ante nuestra monstruosa belleza, aunque para eso tengamos que desaprender un par de cosas y quizás volvernos un poquito monos.
Post Post: Todavía la pueden ver. La dan hoy a las 22.45 en el Atlas Santa Fe. Vayan, para mí cada plano vale la pena (basta Jotapé, terminó la reseña).
Link Relacionado: http://encerradosafuera.blogspot.com/2011/04/attenberg-de-athina-tsangan.html
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