buenas, llego medio tarde a la fiesta y por la entrada de servicio, lo que pasa que este año mi palermofobia me está atacando con todo, y empezó a mutar y así es que le estoy dando la bienvenida a la abastofobia, tratando de vencer a estos demonios llegué al hoyts dos minutos antes de la proyección (y ¿para cuando el bafici en chacarita? tenemos un galpón buenísimo en el barrio para proyectar lo que quieran) para encontrarme con que todavía no habían habilitado la sala, uff, me tiré en el piso a leer de costado el sin aliento de un chabón que parecía fugado de la oficina, la demora duró lo suficiente como para que me pregunte que hacía allí, algo que me respondí mientras veía la peli:
cuando yo era chico Idi Amin era el villano del mundo, un papel que hasta hace poco interpretó saddam, no sé como terminó su hstoria pero su muerte no la pasan en you tube
cuando yo era chico pelé y cassius clay eran los mejores del mundo en lo suyo, y el loco gatti decía que era el más grande de todos y le ponía a su hijo el nombre cassius
en esa época estaba el concorde, que decían que era el avión más rápido del mundo, todavía se creía que en el futuro ibamos a vivir en el espacio y cuando supe que había un equipo de futbol que se llamaba cosmos y que en el jugaba pelé y beckenbauer y un tano con pinta de actor porno que se llamaba tinaglia, me hice hincha de inmediato
y me acuerdo que la única vez que pasaron un partido de ellos fué en la despedida de pelé, una farsa en directo para todo el planeta
y claro, era chico y el mundo de los grandes se veía más grande
Hoy en una hora y media conocí la historia del cosmos, un capricho de un millonario y sus secuaces que eran tan ambiciosos como el, que acudieron a kissinger para que pelé fuera a jugar a los estados unidos, que volvieron al futbol cul para los neoyorkinos. Ví las fiestas en studio 54 y la capital del mundo pendiente de una pelota que se acercaba a la red. Ví un archivo bien usado (goles de pelé en el 58!) y una peli que me dieron ganas de ir a buscar mi colección de la revista el gráfico de esos años
Rodrigo Faisán
