Pepsi Rock – Cobertura exclusiva – ¡Único medio!
A lo largo de estos diez días inolvidables vimos más de 10 bandas, tomamos más de 2 litros de gasiosa (que otra cosa no había), nos zampamos como 3 panchos, 2 patis, media porción de pizza, lamimos un papel que tenía restos del coso ese que tenía curry y comimos 12000 capitanes del espacio (*). Esta maratón nos dejó hechos percha, pero pudimos cumplir con nuestro deber: llevarte la cobertura del festival de rock más importante que se hace en Argentina en la primera quincena de octubre.
(*) Aclaración para lectores no argentinos y para lectores argentinos que no saben lo que es bueno: Capitán del espacio es una marca de alfajores que paso a paso está conquistando el paladar de los jóvenes de este país, la organización de este festival no los vendía, así que tuvimos que meterlos de contrabando en nuestras mochilas.
Segunda aclaración: Los editores de encerradosafuera no aprueban los excesos cometidos por sus movileros en su cumplimiento con el deber.
Día 1: Guasones – Los Tipitos – Kapanga – Los Piojos
(Enviado especial: Rodrigo Faisán)
1
Llegué tarde.
2
Like a rolinga estoy.
3
Nos clavamos una bob esponja que nos había sobrado de la noche de Moby, y esponjosos y amarillos nos mandamos a cubrir la primera noche del primer festival de rock gaseoso para un medio careta (siií, ya sé que es una palabra vieja, pero otra no tengo ahora, ¿mainstream? ¿conservador? ¿comercial? ¿contracultural? segual). Llegué tarde y ya habían tocado los Guasones, mis puteadas se escucharon a lo largo y lo angosto de la carpa Vip, la ascendente banda guasona era una de las cosas que no me quería perder, más que nada por el nombre, lo que escuché en la radio no me dijo mucho y no me acuerdo si la canción era la que habla de una prima lejana, o la del perro que se quema. Que una banda homenajee desde su nombre a uno de mis villanos favoritos me generó una expectativa irracional, que olvidé rápidamente apenas empezaron a volar hacia mí los cosos de sushi con que nos agasajaban los organizadores.
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Viendo los nombres de las bandas que tocan descubro que ya no tenemos nada que envidiarle a los creadores de genialidades como Death Cab for Cutie y Broken Social Scene, para qué si acá tenemos a Monos en bolas y La QK del Quía.
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Después de codearme un rato con algunos colegas (en realidad me cagué a codazos para ligar un par de sanguchitos, gocé especialmente uno que le birlé de entre los dedos a un boludo de C.Q.C.) y de saludar a viejos amigos (pobre, le mentí a Nahuel Muti y le dije que estaba hecho un pibe, igual el ex rasta mediático me cortó el rostro apenas se encendió la luz de una cámara) me mandé al campo a sentir el calor rockero y popular.
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Los Tipitos me hicieron viajar a un verano de mi infancia de peatonal de pueblo y delfines inflables, de gordas con polleras batik y flacos de mucho pelo y olor a chivo. Los Tipitos viven en una dimensión donde ganaron Fito Paez y Los enanitos verdes y no El Indio Solari y sus Redonditos de Ricota. Armaron la fiesta de 15 con sus estribillos que parecen salidos del Operación Triunfo español: «me hizo bru-je-ría» y gilipolladas por el estilo.
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Por si no lo sabían, el cantante de Kapanga tiene una pizzería, eso explica varias cosas, esas panzas y el aroma a aceite rancio que despiden sus temas, eso explica esos estribillos que uno repite como una napolitana bien cargadita y no ve la hora de sacárselos de encima.
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Para el final Los Piojos y su previsible demagogia, Los Piojos y el ritual de lo habitual: las banderas, las piojosas con su flequillo hecho a gillete, los piojosos en cuero y huesos, y sobre el escenario todo el despliegue de la pera parlante más grande del rock nacional desde que alguien decretó que Banana Pueyrredón no es rock.
La sorpresa: el conductor de «La noche del 10» apareció en un tema de Los Piojos a hacer jueguito con una pelota
Nivel de olor a faso: 99,9%
Dijo Víctor:
«¿Quién programó esta fecha? ¿El roña Castro?»
Rodrigo Faisán
Día 2: No te va a gustar – La Mancha de Rolando – Árbol – Bersuit
(Cobertura: Alberto Migraña)
No vi a No te va a gustar porque hice caso del nombre, para qué perder tiempo con algo que me va a desagradar, tal vez poner de mal humor y despertar instintos asesinos. Una amiga intentó convencerme diciendomé «pero a vos te van a gustar», pero como dice Nacho Vegas: «cuando digo no, es no».
Tampoco vi a La Mancha de Rolando porque nunca me gustó Los Caballeros de la Quema.
Fui de bermudas porque tocaba Árbol, me encanta que me hagan sentir niño otra vez, salté, empujé, grité hasta quedar afónico «dreams, little dreams» y fui tan feliz y tuve una regresión a la infancia tan fuerte que me cagué encima.
Cuando empezó la banda siguiente aproveché para ir al baño a asearme un poco, de lejos se escuchaba como si hubiera un grupo de gente grande y desagradable en pijamas cantando grotescas canciones escritas por preadolescentes, daría pena que existiera una banda así y tuviera mucha convocatoria, sí, sería un bajón ver un grupo de boludos grandes que se ríen mientras te roban en la cara, pero por suerte esto no estaba pasando, cuando volví al campo de juego vamos a reconocer que era una fiesta y que estaba lleno de petisas culonas y drogones panzones.
La sorpresa: subió otra vez el conductor de ese exitoso programa de canal 13, extrañamente no cantó «Devolvé la bolsa».
Nivel de minitas: 1,20 cm. 100-70-100
Dijo Víctor:
«Che pelado ¡¿por que no probás mi salamín mejor?!»
Alberto Migraña
Día 3: Viticus – Apocalyptica – Almafuerte – Megadeth
(Cronista: Rodrigo Faisán)
1
No fui porque los de la tintorería no me entregaron a tiempo la campera de cuero.
En pocas palabras: el césped de Obras se llenó de remeras negras y el metal tuvo su fiesta.
La sorpresa: no estuvo Maradona haciendo jueguito en ningún set, yo me lo imaginaba en el de Almafuerte subiendo con Calamaro a cantar «Moraleja» aquel viejo hit de Hermética.
Nivel de olor a bolas: 89,9% (¡y eso que lo escuché por la radio! igual se sentía el barandazo, qué buena transmisión…)
Dijo Víctor:
«Faltó Mano de Piedra Durán nomás»
Rodrigo Faisán
Día 4: Turf – Nortec Collective – Los Auténticos Decadentes – Attaque 77 – Babasónicos
(Invitado especial: Boby Conte Empomo)
Un par de giles de «los medios» (rockeros o no), la llamaban la fecha «alternativa». ¿Alternativa a qué? Turf, los Decadentes, Attaque…, si estos son alternativos yo soy Bucay.
Para Gonzales Del’Ortho y para mí era el día para levantar minitas así que nos fuimos bien preparados para la ocasión, perfumados con Axe como corresponde, luqueados metrosexualmente y con un manual del levante bien estudiado (lo escribió un amigo que está haciendo una changa medio como guionista de Mosca y Smith, así que no podía fallar). Después de cinco horas de apretujones, empujones, pisotones, moretones y ringtones, Del’Ortho se llevó una babasónica, y yo me enganché una decadente (claro, él fue más producido, boa de peluche rosa en el cuello, medias de red, musculosa estampada con un beso gigante de lápiz labial y tacos aguja de 10 cm.). Lástima que para llegar a ese final feliz tuvimos que soportar la trompita Jagger y los estribillos Heidi del cantante de Turf, el rutinario carnaval carioca de Los Auténticos Decadentes, el ñaka ñaka oxidado de las guitarras de Attaque y a esos apologistas de la decadencia por excelencia que son los Babasónicos (*).
Por los otros escenarios ni aportamos, a todos esos ya los vimos/veremos gratis y con mejor sonido en los recitales que organiza el gobierno.
La sorpresa: Gonzales Del’Ortho dice que le apoyó el ganso a Celeste Cid en el VIP, yo no lo vi, pero sí lo vi arrinconando a Florencia de la V. (¿será esa la babasónica que dice que se levantó?)
Nivel intelectual: bajo, mucha top model robando cámara
Dijo Víctor:
«Tanta jarana a la larga mata, papá»
Boby Conte Empomo
(*) sí macho, esta frase la pongo para que me la levanten los de alguna revista rockera, a ver si se la bancan.
Días 5 y 6: Ska-P, Massacre, 2 minutos, Los Intocables y otros.
No pudimos convencer a nadie que quisiera ir estos días…
Día 7: The Wailers, Los Cafres, Los Pericos, Andrew Tosh, Nonpalidece.
(Corresponsal: Rodrigo Faisán)
Uno
Me aseguré el faso desde temprano, pasé por lo del gordo Carnozzo y me llevé lo suficiente para tener una buena estadía en el predio del festival, me interesaba estar in the mood para tomar notas para Las tuquitas son ajenas (Jah es argentino) (*), un futuro libro sobre el fenómeno del reggae en nuestro país que estoy preparando (voy medio lento porque cada vez que voy a hacer alguna entrevista termino aceptando lo que me convidan y siempre termino recolgado preguntándome de qué estábamos hablando, la solución es que me compre un grabadorcito y con lo que me garpen acá y en mi laburo careta lo voy a hacer).
Dos
Entrevisté a jovencitos más rastafaris que Marley (Bob, no el ganso de la tele) que parecía que tenían ramos de morcillas colgando de la cabeza y a niñas de miradas así: ____ _____ , los cultores (y cultivadores) del género coincidieron en que «con estos festivales está todo re-bien» y que «¡aguante Jah!».
Tres
¿Y la música?
Qué sé yo, para mí que estuvo el mismo grupo tocando durante cinco horas, a veces aceleraban un poco el ritmo pero después aflojaban. A veces cantaban en inglés y a veces en un español con acentos extraños. Lo que más me acuerdo es que estuve un rato largo convenciendo a los del bungee jumping de que me dejen subir con un charuto en la boca, finalmente lo hice y me vi medio show de Los Cafres desde el aire. Cuando bajé me gasté como 200 mangos en los puestos de comida y todavía tengo hambre.
La sorpresa: ¡te cobraban $1 por una banana!!! (me quedé con las ganas de tirarle una cáscara del plátano elemento a Juanchi Perico y pedirle que toquen «El ritual de la banana»)
Se dijo abajo: «Uuuuuh, vamo’ lo guailerrrr»
Se dijo arriba: «¿Tené seda?»
Nivel del suelo: ¿qué suelo?
Dijo Víctor:
«¿y? ¿la legalizan o no?»
Rodrigo Faisán
(*) Si me roban este título voy a ir con el gordo Carnozzo y el flaco Kogote, los vamos a cagar bien a sopapos y los vamos a obligar a escuchar completito el disco solista del Bahiano.
Día 8: Divididos, Catupecu Machu, Intoxicados, Juana la Loca, Cabezones.
(Colega invitada: Marianela I. E.)
Era una fecha armada especialmente para nosotras, los sex symbols actuales de nuestro rock nacional uno atrás de otro (sí querida, te debo a Joaquín, a Dárgelos y a Walas -y Gromit-, pero eso hubiera sido un exceso).
El deleite visual arrancó con ese gordito cachetón, cabezón y gritón que se tiñe de rubio (ay, pobre, a veces se parece a Guido Süller, ¿no?) y siguió con ese otro gordito, el dueño de los mejores sacos a cuadros de nuestro rock. ¡Síii! Juana la loca nos hizo bailar como Juanitas y pedir pasión a los gritos, primer gran momento de la tarde/noche.
Cuando todo parecía muy FM 100 apareció el Pity descontrolando un poco (que lástima que no se puso la peluca de Mirtha Legrand que tan bien le queda), que loco este chabón que antes nos trataba de perras y ahora fuma con el perro. El dueño de la cicatriz más sexy del rock nacional (¿me parece a mí o fue la única cicatriz que se vio sobre el escenario? Mmm, para pensar…) se robó la noche con sus frases entre tema y tema, esos haikus delirantes dignos de un Seinfeld rolinga que nos divirtieron y desconcertaron a todas.
Después de Intoxicados fue el turno de los Catupecu, los metrosexuales del rock hicieron su show a puro sudor y sangre, ¿se puede transpirar más rock?, seguro que no.
El final, mejor imposible. Mollo -puro músculo, ya no hay rastros de esa panza de vino que seducía gorditas rockeras en los noventa- demostró que no solo está en buena forma física sino también atraviesa un buen momento artístico, sus solos con wah-wah de cinco minutos de duración hicieron delirar a un público entregado (y descraneado, hay que decirlo).
La sorpresa: ¡En la carpa de Encerrados Afuera había mas famosos que en el VIP! ¡Parecía el Faena Hotel! ¡Qué pena que no pude sacar fotos! Estuve cinco minutos y vi a Carla Conte charlando con Spinetta, a Luisana bailando en tetas con Slavoj Zizék y a la Jelinek con el culo al aire jugando un metegol con Ale Sergi.
Nivel de chicos: mmm, pobre pobre, mucho hueso y poca carne.
Dijo Víctor:
«Habría que buscarle una Natalia Oreiro al Pity…»
Marianela
Día 9: Die Toten Hosen, Las Pelotas, La Vela Puerca, Beatsteaks, Tachenko.
Otra fecha para la que no conseguimos movilero, y eso que ofrecíamos entrada gratis, canilla libre en el VIP y una ficha para jugar al metegol con la Jelinek y la Ritó. Pero no, nadie agarró viaje.
Día 10: Ratones Paranoicos, Spinetta, Vicentico, Bahiano, La Portuaria, Los Durabeat.
Movilero: Alberto Migraña
«¡El que no baila es un puto reputo!» gritaba el gordo Vicentico mientras se subía los pantalones, todo el tiempo fue lo mismo, el gordo patoteando y los lienzos que se le caían. Por suerte tenía una remera larga que le tapaba la raya del culo, hubiera sido muy desagradable tener que ver ese trasero por las pantallas gigantes. El ex-Fabuloso se esforzaba por hacer que la gente se moviera un poco, pero pocos le daban bola, entonces hacía una de los Cadillacs y todos saltaban, después puteaba a los que miraban desde los edificios de enfrente y amenzaba con hacer mierda una pelota inflable del sponsor principal pero se tiraba sobre ella y le pegaba panzazos («¡uy, una pelota sobre una pelota!» dijo un rolinga desdentado que tenía al lado. Sí si si, hay que decir esas boludeces de que todas las tribus disfrutaban de la fiesta en paz y que todos nos respetabamos bastante).
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BAJATE AHORA UN RINGTONE DE UN PEDO DE VICENTICO
MANDA UN SMS AL *666 Y METETE TODO EL ROCK EN TU CELULAR.
Me cagué hasta las patas cuando sobre el escenario apareció el Bebe Contempomi, ¿este era el artista sorpresa programado para esta hora?, ¿que va a hacer?, ¿contar chistes / cantar Bienvenidos al tren / un strip tease tipo golden? No, por suerte solo reveló las «sorpresas» (que ya habían aparecido en todos los diarios de la mañana…).
Y cómo dice nuestra amiga Marianela ahí empezó la fiestita de Fm 100, primero Memphis la Blusera (tantos años de rock en vivo escapandomé de estos bebedores de moscato y me los encajan de prepo en este festival), tocaron tres temas que seguro que Macri y Tinelli escuchan en el auto a todo volumen y con los cuales se sienten bien rockeros.
La partuza del rock radial siguió con Los Decadentes y luego con Turf intercambiando hits y sonando para la mierda. El caos sonoro continuó cuando Intoxicados tocó su mini-set, acá directamente al Pity ni lo escuchaba, en cambio los tímpanos me quedaron como pasas de uva gracias a las vocecitas de tres enanas de mochila que se sabían toda la letra de Fuego y la gritaron sin piedad alguna para sus vecinos, por suerte no conocían Homero, la canción que vino después, lástima que el rolinga que tenía al lado (no el desdentado, ese había salido volando para adelante, este rolinga tenía dientes pero estaba con un brazo enyesado) se sabía el estribillo, «Homero está cansaaadooo» gritaba y saltaba y ese brazo que debería pesar 10 kilos pasaba rozándome la cabeza.
Espacio de publicidad:
BAJATE AHORA UN RINGTONE DE INTOXICADOS JUNTO AL CORO KENNEDY CANTANDO LEGALIZENLÁ.
MANDA UN SMS AL *666 Y METETE TODO EL ROCK EN TU CELULAR.
Lo de Spinetta estuvo bueno, tocó un montón de canciones que no le escuchaba hace mucho: Resumen porteño, Laura va, La herida de París, Durazno sangrando, Seguir viviendo sin tu amor. Y para completar, y para confirmar la coherencia de este artista genial ¡Qué pantalones Flaco! El papá de Dante, Catarina, Emmanuel, Lucas Martí, Nahuel Mutti y tantos otros se puso unos lienzos con estampado medio hindú hiper jipones que le deben haber quedado de la época de Prima Rock, seguro que alguna de esas canciones las escribió con esos lompas puestos.
Después de Spinetta me fui para el lado de los puestos de comida y vi algo que nunca había visto, ni siquiera había pensado que pudiera existir: ¡una remera de La Covacha! Hay todo un país que uno no conoce…
A los Ratones los vi de lejos, bien de lejos, haciéndole mimos a mi chica tirados sobre el coso de hule del suelo, sintiendo nostalgia de otros festivales (incluso de algunos en los que nunca estuve) y pensando en el origen de esa nostalgia: ¡estaba en el medio de un festival que siempre había estado sucediendo en el pasado!
Alberto Migraña
La sorpresa: No estuvo Calamaro, que había sido anunciado en todos los medios.
La otra sorpresa: Me llenaron de flyers de Jóvenes pordioseros y bandas así, ¿qué pasa? ¿me vieron cara de rolinga? ¿será por esto que los chicos de los grupos modernos nunca me dan flyers cuando voy a ver bandas nuevas al San Martín?
¡Que ande siempre con la lengua afuera no significa que sea rolinga, muchachos!
Dijo Víctor:
«Muy pronto ¡los ringtones de Dijo Víctor! (y sí macho, yo tampoco me voy a perder esta…)»