Es probable que no todo el mundo recuerde esta 16º edición del BAFICI como El Año En Que Vino Frank Henenlotter, que debería ser uno de los mojones en la historia –no sólo la reciente- del festival porteño. Después de todo, en el estado actual de las cosas, esos son los detalles que hacen la diferencia, que marcan ediciones, que marcan espectadores. Lo demás, por supuesto, son películas y más películas. Cientos de títulos que hacen del evento anual una oportunidad para descubrir, revisitar, confirmar, enojarse, festejar, etceterear y etceterear. Este año, fogoneando desde el eclecticismo, el Festival profundizó levemente esa búsqueda por integrar a su grilla películas de género, reforzando un poco la timidez del año pasado. Y puso en el tapete, de manera pública –como sucedió en el lanzamiento de esta edición- la necesidad de pensar en el presupuesto; esos desagradables y esenciales números que marcan diferencia a la hora de convocar invitados y títulos de mayor fuerza en el panorama global, con distribuidoras y agentes de venta en el medio. No sólo la economía atenta contra el día a día, sino también contra los festivales de cine. Más aún cuando la depreciación presupuestaria es un tema (en apariencia) tabú, con el pausado sueño del Bafici propio -ese que partió de un proyecto que bregaba por una saludable autonomía- en un limbo del cual quizás algún día regrese. Lo que queda, una vez más, son las películas, parte esencial de un festival. Y, ante la abrumante cantidad, qué mejor que una Guía para evitar clavarse. Por eso, una vez más, la Guía Encerrados Afuera Para Pasarla Bomba en el Bafici™ (o GEAPPBB: “G-a-pepé, bebé”). Pasen y lean…
– 20,000 Days on Earth, de Iain Forsyth y Jane Pollard: Esos veintemil días son los que venimos esperando por un documental –o lo que sea- alrededor de Nick Cave. Este año no nos sacan de todas las proyecciones, les avisamos. ¿Por qué? Por esto:
– Why Don’t You Play in Hell?, de Sono Sion: Lo dijimos con mucho brío el año pasado: es muy probable que las dos mejores películas que se hayan estrenado sean esta y R100, de Hitoshi Matsumoto. Salvajes, irreverentes, enamoradas del cine, respetuosas de los espectadores, endiabladamente divertidas y dislocadas. Perderse WDYPIH? Puede ser el peor error que puedan cometer en este Bafici. Si prestan atención, verán a más de uno repetir el visionado. No es casual. No. No.
https://www.youtube.com/watch?v=-UqEBTKOf4c
– Upstream Color, de Shane Carruth: Nueve años después de Primer, su debut, Carruth vuelve a realizar una película fuertemente personal, construyendo una intrincada y hermética experiencia sensorial. Conviene no develar mucho: hay que vivirla. Sí, no es una novedad, pero verla en salas es obligatorio.
https://www.youtube.com/watch?v=NmHitvgFmek
– Somos Mari Pepa, de Samuel Kishi Leopo: Ser joven, mexicano, enamorarse por primera vez y tener una banda garaje es, precisamente, esta película. Para pedir que suban el volumen.
https://www.youtube.com/watch?v=U613artE5sA
– Only Lovers Left Alive, de Jim Jarmusch: El JJ más grosso del mundo se despacha una de vampiros muy lejos de todas las ideas previas que uno pueda tener, excepto la que –por supuesto- sucede: la rompe. Bucólica, muy graciosa, musicalizada con un gusto exquisito: OLLA es una de LAS películas del año pasado. Imposible preguntarse por qué, en vez de tanta garcha miserable, no ganan premios películas como esta…
https://www.youtube.com/watch?v=E5XxfTjXN6U
– Liberen a García, de María Boughen: Dos amigas, mucho tiempo libre y toda la adolescencia libre-idiota-feliz que uno puede imaginar. Suele ser difícil encontrar películas tan libres como esta. Forma parte de este beneficioso nuevo pacto entre el Festival de Mar del Plata y el Bafici, junto a las dos películas que siguen.
https://www.youtube.com/watch?v=tJn_6sv9j0s
– Escuela de sordos, de Ada Frontini: El debut cinematográfico de la directora de fotografía Ada Frontini, fue una de las sorpresas de la pasada edición del festival de Mar del Plata. A pesar de su didáctico título, lo que aquí predomina es la sensibilidad y la belleza de las imágenes (por no decir poesía). La mejor opera prima argentina de los últimos años.
https://www.youtube.com/watch?v=a5kiU8zZIfM
– Fantasmas de la ruta,de José Campusano: La película más ambiciosa (y no sólo por su duración), del director más personal del cine local. Alguien nos contó (chisme) que dos representantes del “nuevo cine argentino” (a quienes no nombraremos) abandonaron la sala a media hora de comenzada
Fantasmas… durante su estreno en el pasado Festival marplatense. ¿Problemas de grilla o declaración de principios? El cine bruto de Campusano, como bien corresponde, divide las aguas.
https://www.youtube.com/watch?v=rgWG27MGZ2k
– Calles de fuego, de Walter Hill: Vaya aprieto sería tener que elegir la mejor película de Walter Hill, uno de los cineastas más destacables de la década del 80, emparentable con nombres como el de John Carpenter, Joe Dante o el del director de la película de abajo. Calles de fuego es alegría pura, en estado salvaje. Imperdible es poco. Otra para escuchar a todo volumen.
– Shivers, de David Cronenberg: Cuando se trata de la nueva carne Cronenberg no se queda sólo con esa joya irreproducible llamada Cuerpos invadidos (Videodrome). No, el affaire con las cuestiones carnales, bajo vientrísticas viene desde sus comienzos, como atestigua Shivers, un verdadero imperdible de la paranoia viral setentera. Impresionables, dejarse llevar…
https://www.youtube.com/watch?v=eK9Wal9Dvic
– Mistaken for Strangers, de Tom Berninger: Es probable que si ustedes son amigos de Encerrados Afuera no sólo no necesiten que les digamos todo lo bien que nos caen los The National, una banda bien EA. Aquí se puede presenciar el detrás de escena de la mano del hermano medio aparato del cantante. El punto de vista privilegiado no tarde en transformarse en la historia de un hermoso perdedor. No se la… pierdan…
https://www.youtube.com/watch?v=FNmprL3SOlM
– The Raid 2, de Gareth Evans: Ok, ¡esto es lo que se llama la vanguardia del género! Hiperacción de la mano de un Evans reloaded, revisitando ese fichín que llamó
The Raid. Si se la bancan, acá está el tráiler. Después nos cuentan…
https://www.youtube.com/watch?v=3AhivlZO0us
– Los Angeles Plays Itself, de Thom Andersen: Si bien ya se proyectó hace unos años, LAPI es una obra maestra que merece la repetición. Ensayo cinematográfico sobre la ciudad de Los Angeles y la forma (formas) en la que el cine la retrató. Habría que pedirle a Thom Andersen que, digamos cada cinco años, le agregue un nuevo capítulo a esta historia de amor que, parece, no tener fin. Dentro del foco dedicado a CAL ARTS también se proyecta
Red Hollywood, otro película del bueno de Andersen, obviamente también es una maravilla.
https://www.youtube.com/watch?v=ATvOyAdrDB0
– Norte, the End of History, de Lav Diaz: Uno de los programadores del Bafici nos informa por tuiter la ausencia de películas iraníes en la programación y argumenta -en referencia a esto- que los recurrentes chistes que relacionan dicha cinematografía con el festival porteño ya no tienen cabida. Ese lugar, ahora, bien lo podría ocupar el cine filipino. Cuanto más desconocido, más fácil de criticar, suelen pensar los ignorantes. Pero la verdad, todas estas son cosas que al cine no le interesan.
Norte, the End of History, es la obra maestra de un director que se merece un reconocimiento que vaya más allá de los comentarios sobre la (siempre extensa) duración de sus películas. El espíritu de Dostoievski se pasea por Filipinas en una película imperdible.
https://www.youtube.com/watch?v=nzpfJrlL4SE
– Our Sunhi, de Hong Sang soo: Esta vez se trata de la versión más concentrada del cine de Hong Sang-soo (quizás se trate de su película con menos planos). Tres hombres y una mujer, la Sunhi del título, van y vienen, entre conversaciones sobre el trabajo y el amor, comidas y bebidas varias. Lo de siempre, cada vez mejor.
https://www.youtube.com/watch?v=lchbITFYVWo
– Double Play: James Benning and Richard Linklater, de Gabe Klinger: El crítico Gabe Klinger toma dos acertadas decisiones: elegir a Benning y Linklater como protagonistas de este documental y filmarlos
de una manera simple, mientras ellos recorren Austin y conversan sobre cine y béisbol (entre otras cosas). Una lástima que esta pequeña gran película no haya sido acompañada con algunas de las últimas obras de Benning, ni con
Boyhood, de RL.
https://www.youtube.com/watch?v=apyldA1ZfKU
– 3X3D, de Jean-Luc Godard, Edgar Pera y Peter Greeneway: Sin dudas, lo mejor que se verá en esta edición del festival es el corto
Les trois desastres, primera incursión en el 3D de Jean-Luc Godard mientras esperamos el estreno (¿en el festival de Cannes?) de
Adieu au lenguage. Eso sí,
3X3D viene con otros dos cortos de regalo, uno de un tal Edgar Pera y otro del incorregible Peter Greeneway. Evitar estos otros dos desastres es lo más aconsejable.
Imperdible el capítulo de J-L. Godard. https://www.youtube.com/watch?v=RpNDl0pVzBs
– Kill List, de Ben Wheatley: Una experiencia brutal, descarnada, rompecabezas.
Kill List empieza siendo un kitchen-sink drama inglés para transformarse en un descenso al peor de los infiernos, del cual conviene no saber nada de antemano. No apta para impresionables. Verla en sala debería ser una obligación. Sigan nuestro consejo y no vean este tráiler:
https://www.youtube.com/watch?v=aqkqF–v1tg
– Submarine, de Richard Ayoade: En su nueva película,
The Double -inexplicablemente ausente en el festival-, Ayoade reverencia al
Brazil de Terry Gilliam, adaptando a Dostoyevsky. Acá el punto de partida bien podrían ser
Melody y
Harold & Maude:
coming of age, amor adolescente, vida agridulce. Una película fresca y bondadosa, a la cual no le faltan risas.
https://www.youtube.com/watch?v=P-WCCdkVDr4 Acá, la increíble banda sonora de Alex Turner
https://www.youtube.com/watch?v=d0yA0Q1l2jo
– Tyrannosaur, de Paddy Considine: Gran actor (presente en esta edición en
Dead Man’s Shoes), Considine debuta como director de largometrajes con esta ampliación de su corto
Dog Altogether, también proyectado. Con un palpable realismo social, sus personajes se mueven en los ejes de la desesperación, pero alguna chance de redimirse aparecerá tímidamente. Un violento alcohólico trabará relación con una mujer golpeada. Otra película cruda que vale la pena ver.
https://www.youtube.com/watch?v=nvyqXFmV-LI
– Redemption, de Miguel Gomes: Un cortometraje maravilloso en donde se mezcla de manera exacta, la experimentación con la actualidad política, de una manera demoledora. Después de extasiar al mundo con Tabú y mientras prepara su versión de las 1001 noches, Miguel Gomes se mantiene entretenido creando una pequeña (sólo por su duración) obra maestra.
Frank Henenlotter
Como decíamos por allá arriba, la presencia de Frank Henenlotter en el Bafici es algo para festejar con mucho ruido. Cineasta rabiosamente singular, FH es uno de esos amigos de la clase B que supieron capitalizar su mirada, filmando películas que se revuelcan en el fango de las bajas pasiones. En pocas palabras, una, para ser exactos, lo de este querible señor es el exploitation puro y duro. Sus películas serán bienvenidas por quienes sepan decodificar esa singular mordida de lengua que tienen todas, jamás restringidas por ningún condicionamiento, ni económico ni creativo y, mucho menos -como notarán a la leer las sinopsis de cada una-, moral.
Su punto de partida y de llegada al “estrellato” fue la trilogía
Basket Case https://www.youtube.com/watch?v=NaGj9F10d7I, en la que un joven Duane hace lo que puede para que su hermano gemelo Belial no se descontrole. Marginal y marginado, Duane puede estar un poco loco (un “basket case”, bah), es especial porque Belial es lo que algunos pueden llamar una abominación, no sólo por su contrahecha inhumanidad, sino por su sed de sangre. Belian vive en una canasta de mimbre, lo que transforma a sus tropelías criminales (siempre justificadas, ¿eh?) en otra clase de basket cases. Tres películas que cuentan una saga deliciosamente B, puro disfrute, siempre y cuando el bajointintismo sea del agrado de la dama y el caballero.
En
Brain Damage https://www.youtube.com/watch?v=Y6uBO0Jrz98, Henenlotter se va literalmente al demonio y da a luz una de las películas más desenfadadamente retorcidas de las última tres décadas, junto a
Frankenhooker, obviamente. Un protagonista desencajado, víctima de su propio parásito, descenderá al infierno mental y físico poseído por un ser maléfico llamado Elmer. Perderse esta película sería un error similar al de perderse
Frankenhooker https://www.youtube.com/watch?v=rewLjr7VY4o, otra fábula fantástica, esta vez alrededor del mito de Frankestein, con un singular inventor rearmando a su fallecida novia con fragmentos corporales extraídos de prostitutas. El simple hecho de que una de sus películas se llame “Frankenputa” debería ser meritorio para que FH sea declarado el Rey del Exploitation.
Si bien
Bad Biology, el último largometraje de ficción de FH hasta el momento, no le va en saga a sus obras anteriores, vale la pena verla para completar una filmografía redonda, coronada por dos documentales que son más declaraciones de amor:
Herschell Gordon Lewis: The Godfather of Gore y
That’s Sexploitation!. Tripas y sexo en demasía, condimentos ideales para convertir la inclinación hacia las pulsiones en una marca registrada, un sello particular. Hay que festejar que FH venga a la Argentina. ¡Claro que sí!
WARP
Quienes una década atrás pudieron disfrutar en el Festival de Mar del Plata de la perturbadora y emocionante Dead Man’s Shoes, de Shane Meadows, habrán intuido que ese gran salto para el sello discográfico Warp (hogar por ese entonces de Aphex Twin, Nightmares on Wax, Autechre, Squarepusher, Jimi Tenor, Broadcast, Prefuse 73 y Jamie Lidell, y desde entonces de !!!, Battles, Maxïmo Park y Grizzly Bear, entre otros), era el comienzo de un recorrido con varias sorpresas. Este foco elige lo mejor del trayecto, como las imperdibles Kill List, Tyrannosaur y Submarine, insistiendo en algunos directores clave como Richard Ayoade (Arctic Monkeys Live at the Apollo), el nombrado Shane Meadows (también con The Stone Roses: Made of Stone, y This Is England), títulos que hicieron algo de ruido (Bunny and the Bull, de Paul King, Donkey Punch, de Oliver Blackburn y Four Lions, de Chris Morris) y cortos como Rubber Johnny (Chris Cunningham) y Swimmer (Lynne Ramsay), también imperdibles. Como extra pseudonovedoso está Southcliffe, miniserie fulgurante de Sean Durkin, que se puede ver en casa. Sin duda, para mucho el Foco Warp podría ser un festival en sí mismo. Una muy buena propuesta para quienes busquen cine de calidad y se hayan perdido estos grandes momentos en su momento.
WTF?
-Muppets 2: Los más buscados, de James Bobin
-Rio 2, de Carlos Saldanha
-En serio, WTF?
Películas de aquí y de allá para ver más acá
– We Are the Best!, de Lukas Moodysson: Lejos de esa pequeña maravilla llamada Fucking Amal (¡“Show me love”, le pusieron de título internacional! ¡Caretas!), Moodyson vuelve a retratar la juventud y sus urgencias en una fábula preadolescente de rock and roll. Tres chicas arman una banda partiendo más de la actitud que de la aptitud (así nació el punk rock), mientras sus vidas personales y sentimentales se meten en el medio. Está muy bien, aunque no llega a ser imperdible. En la sección Música hubiera estado mejor ubicada…
– Burroughs: The Movie, de Howard Brookner: ¡Bue, lo único que faltaba! ¿Desde cuándo hace falta desarrollar algo sobre lo-que-sea relacionado a Burroughs?
– A Story of Children and Film, de Mark Cousins: Crítico, conductor televisivo y director irlandés, Cousins es un culo inquieto al que conviene seguir. Si no vieron su miniserie The Story of Film: An Odyssey (15 episodios sobre la historia del cine), recomendamos que corran a hacerlo. En esta ocasión, el foco está puesto en las apariciones iconográficas de niños en el cine. Un pequeño placercito.
– Ariel, de Laura Bari: Unos pocos años atrás, Laura Bari debutaba en el largometraje con Antoine, un imperdible documental sobre un chico no vidente, para nada ciego. Ahora, a Bari le toca inmiscuirse en su propia familia, para seguir a su hermano que, víctima de un accidente, ha perdido sus piernas. En otro registro que Antoine, pero con una búsqueda similar, Bari se mete hasta el tuétano en ese problema del cual surge una solución: la construcción de sus propias piernas metálicas.
– Cheatin’, de Bill Plympton: Plympton es uno de esos cineastas que alucinan a multitudes y que pueden llegar a cansar a quienes acumulan visionado de sus cortos y largometrajes. Eso no implica que sus películas dejen de ser genialidades. Habrá que ver con qué nos mantiene de su lado el implacable (e incansable) BP…
– Dear Mr. Watterson, de Joel Allen Schroeder: Calvin y Hobbes, la GENIAL creación de Bill Watterson, nunca fue una tira popular por estos pagos, por desgracia. Las desventuras de un pequeño revoltoso y su tigre de peluche que toma vida ante sus ojos (o algo más), son la mar de divertidas y han influenciado hasta el tuétano a más de un autor nacional o extranjero.
– El futuro, de Luís López Carrasco: Primera película solista de uno de los miembros del colectivo Los Hijos. Tan rigurosa en su puesta, como obvia por momentos. De todas maneras, no deja de ser uno de los mejores títulos de la competencia oficial y -sin dudas- una de las mejores bandas de sonido.
https://www.youtube.com/watch?v=mpDJMuKbW7c
– La última película, de Mark Peranson y Raya Martin: Con una amorosa ironía (que no deja de ser ironía), Mark Peranson, crítico y responsable de la revista Cinemascope, y Raya Martin; se dedican a seguir a un director (personaje inspirado en el Dennis Hopper de la época de esa hermosa catástrofe llamada
The Last Movie) mientras recorre México en busca de locaciones. Todo esto mientras el Apocalipsis maya se acerca para acabar de una vez por todas con el mundo tal cual lo conocemos y tal vez, también con el cine. Un chisme: el muy serio y solemne David Bordwell se retiró de la sala poco antes de comenzada la película, durante una de las funciones en el festival de Toronto.
https://www.youtube.com/watch?v=KiQADTML7oM
– Costa da Morte, de Lois Patiño: Si contamos todos los premios que lleva cosechados desde su estreno mundial en el festival de Locarno, podríamos sospechar que se trata de la mejor película de esta edición del festival. La verdad, es que esto también es cierto, incluso si dejamos de lado dichos reconocimientos. A pesar de su juventud y gracias a su talento, Lois Patiño se transforma en uno de los mejores representantes de algo llamado “nuevo cine gallego”. Ver para creer.
https://www.youtube.com/watch?v=ZBmsgON8PVg
– Manakamana, de Stephanie Spray, Pacho Velez: Una nueva película salida de la factoría del Sensory Ethnography Lab (así de pretencioso como suena), un grupo de directores de donde surgieron, entre otros títulos:
Leviathan (“película chasco”, según Marcelo Panozzo),
Sweetgrass y
Park City. Esta vez la experiencia sensorial de turno son unos planos fijos dentro de un cablecarril que va y viene, transportando a la gente (o animales). Para algunos una experiencia que roza lo religioso, para otros, una estafa. Desde aquí, esperamos para verla en la pantalla grande, en mejores condiciones y así poder dar nuestra opinión sobre los sensoriales muchachos de la Universidad de Harvard.
https://www.youtube.com/watch?v=gSsudieC9vs
– Le Dernier des injustes, de Claude Lanzmann: Existen programadores de festivales (de cine, obviamente) tan ignorantes (lo podríamos respaldar con pruebas) que aseguran que esta nuevo largometraje de Claude Lanzmann carece de interés porque se trata de “más de lo mismo”. Lo extraño de dicha aseveración es que no es del todo errónea. Eso “más de lo mismo”, es la mirada de su realizador a un horror que el cine parece haber olvidado. O ya no saber qué hacer con él.
– How to Disappear Completely, de Raya Martin: El talento de Raya Martin hace parecer al cine como una disciplina simple. Esta vez, Raya realiza una película de género utilizando elementos del cine de terror, para crear, una vez más, un nuevo capítulo en su personal re-lectura del cine y su historia.
https://www.youtube.com/watch?v=wMuQ5enlukg
– Ignasi M., de Ventura Pons: Una película de Ventura Pons en el BAFICI. Y -para colmo- desde las altas cúpulas del festival aseguran que es muy bueno. De ser esto cierto estaremos en presencia, una vez más, del famoso “milagro del cine”.
– Salvo, de Fabio Grassadonia y Antonio Piazza: Una película de género, reducida a sus mínimos elementos que maneja los tiempos (muertos) en contra de lo que indica su historia de mafiosos y amores imposibles.
– Tarr Béla, I Used to Be a Filmmaker, de Jean Marc Lamoure: Dice Béla Tarr que ya no va a volver a filmar. Y de ahí el título de este documental, en donde lo vemos durante el rodaje de El caballo de Turín. La película no es más que eso. Y no es poco.
– The Second Game, de Corneliu Porumboiu: Un padre y un hijo se juntan para revivir un viejo partido disputado en Rumania, en el año 1988, bajo una nevada torrencial. El padre se llama Adrían Porumboiu y fue el referí de ese encuentro, el hijo es Corneliu, director de cine. Entre los dos se realiza un dialogo, en el que detrás de una discusión futbolera, se juegan muchas otras cosas. Un experimento que no deja de lado la emoción. También se proyecta When Evening Falls on Bucarest or Metabolism, anterior película de Porumboiu, en donde las conversaciones entre un director y su actriz, desnudan y ponen a prueba las posibilidades narrativas del cine.
– Aimer, boire et chanter, de Alain Resnais
: Se fue Resnais y dejó una última película.
Aimer, boire et chanter, que continúa la línea que venía desarrollando en sus obras anteriores. Otra vez el teatro, la artificialidad, los actores. La trama gira alrededor de un tal George Riley (el título en inglés de la película es
Life of Riley, nombre de la obra de teatro en la que está basada), a quien nunca veremos, pero alrededor del cual giran las vidas de tres parejas. Es, obviamente, una obra menor en la carrera de un director mayor, sin embargo, el final de la película, frente a una tumba y el plano de un topo (salido de
Caddyshack) justifican esta pequeña película de uno de los (últimos) grandes.
https://www.youtube.com/watch?v=Irrf7HhSHTw
No son todo lo que prometían, peeero…
La idea de esta nueva división es bajar el entusiasmo que inicialmente alguna de estas películas trae consigo, para evitar el impacto en el cinéfilo cebado. O sea, desinflar un poco, para que después guste más, por qué no. Todo un servicio (?!)
– The Sacrament, de Ti West: Registrada como si se tratase de un episodio de la serie televisiva de Vice (documental de cámara testigo), lo nuevo de West no alcanza el nivel de intensidad que venía logrando. El principal problema puede ser la elección del found footage como método para registrar el fatal destino de una secta.
– Gente en sitios, de Juan Cavestany: ¿Cómo no comprar, a priori, una película en breves episodios (a veces, en gags) con cameos de Santiago Segura, Carlos Areces, Raúl Arévalo, Maribel Verdú y etc.? Despareja, pero con momentos muy altos, sin buscar ser el acabose de la comedia, vale la pena visitarla.
– Big Bad Wolves, de Navot Papushado: Tarantino debe ser el inflador más eficaz que anda dando vueltas ahí afuera. Para él esta fue la mejor película del año pasado y, la verdad… Entiéndase: la película está bien, tiene un par de ideas muy buenas, pero no supera su propia premisa. Lo mismo pasa con Afternoon Delight, otra proyectada en este Bafici, que Tarantino aplaudió y… meh.
– Night Moves, de Kelly Reichardt: Una de esas películas en que uno espera que pase algo y cuando pasa no alcanza a bancarse el peso de toda esa espera. Una desilusión. Igual, los fanáticos de KR tienen que verla para comprobarlo.
– Veronica Mars, de Rob Thomas: Niña mimada del universo Kickstarter, sitio en el que se reunió el dinero para financiarla, esta traslación de la serie de Rob Thomas le va en saga, pero también le va en saga. Quienes amaron a esa detective juvenil, sabrán darle la bienvenida. Más quienes aman a Kristen Bell.
– Wrong Cops, de Quentin Dupieux: Si bien es su segundo largometraje, QD, más conocido como Mr. Oizo, se hizo famoso con Rubber, protagonizado por una rueda de auto con vida propia (!). Después llegó Wrong, una comedia delirante en la que el extrañismo abunda, más contenida y menos delirante que su predecesora. Wrong Cops retoma ese universo, con un desagradable policía como protagonista. Vale la pena meterse en ese mundo, preferentemente con el visionado de Wrong encima.
– Stray Dogs, de Tsai Ming Liang: Por momentos parece una parodia de su cine, por otro, una película bellísima y desoladora. Lo que es seguro, es que nadie filma como Tsai Ming Liang. Y en un mundo lleno de películas iguales, eso no es poco. También se proyecta Journey to the west, una obra hipnótica que, en el espíritu del corto Walker, se mueve en una delgada línea que separa al cine de la instalación museística.
– Seduced and Abandoned, de James Toback
: La idea del documental es bueno, pero no tarda en volverse un poco más aburrido de lo que a priori uno espera, especialmente tratándose de quién la firma. Con un proyecto de largometraje bajo el brazo, Toback y Alec Baldwin se dirigen al festival de Cannes a buscar inversores y hablar de lo que se les cruce, con quienes se les crucen, entre ellos, Ryan Gosling, Jessica Chastain, Martin Scorsese, James Caan, Roman Polanski, Francis Ford Coppola y Bernardo Bertolucci. Y bue…
Música
Aún más que en ediciones anteriores, la sección musical sigue abarcando estilos, humores y puntos de vista, con un importante eclecticismo. Hay mucho para ver y algún evitable, pero enfoquemos en lo que sí.
– The Punk Singer – A Film About Kathleen Hanna, de Sini Anderson: Para que la ubiquen rápido, Kathleen Hanna es la chica que salta alegremente en el video de «Bull in the Heather», de Sonic Youth. Pero, claro es mucho más que eso: líder de Bikini Kill y Le Tigre, figura clave del movimiento riot grrrl, la que escribió eso de que «Kurt smells like Teen Spirit», el rostro detrás del alias Julie Ruin y la esposa de Adam Horovitz, de los Beastie Boys. O sea, Kathleen Hanna estuvo muy cerca de todos nosotros en los ’90. Este muy buen documental retrata su carrera y su parate por culpa de la enfermedad de Lyme. Mucha actitud, de la sana. Imposible no enamorarse de Kathleen.
– Good Ol’ Freda, de Ryan White: La vieja y querida Freda fue la legendaria secretaria de los Beatles que se encargó del contacto con los fans de la banda, conociendo de ardores y pasiones, al ser una fan ella misma. El documental está muy bien, es una mezcla de canto de cisne al fanatismo y de fresco de un tiempo que ya no está más. Ya hablaremos sobre el…
– El rey del rocanrol (La leyenda de Pajarito Zaguri), de Néstor Alejandro Rodríguez Correa: Si no saben quién fue Pajarito Zaguri, TIENEN que ver este documental. Si saben quién fue, saben que tienen que ver este documental.
– AKA Doc Pomus, de Peter Miller y Will Hechter: Puede que el nombre Doc Pomus no les diga mucho, pero saber que es autor de himnos como «Young Blood»; «A Teenager in Love»; «Save The Last Dance For Me»; «This Magic Moment»; «Turn Me Loose»; «Sweets For My Sweet»; «Little Sister»; «Surrender»; «Viva Las Vegas» y
1C le da otro cariz al asunto. Los testimonios de Dion DiMucci, Dr. John, B.B. King, Ben E. King, Jerry Leiber & Mike Stoller y Lou Reed, entre otros, refuerzan el asunto.
– Conexión Sur, de Dolores Lagrange: Una muy buena idea la de retratar la popular (y la notanto) escena electrónica porteña. Entre otros, quienes se hacen oír son Daniel Melero, Pablo Reche, Luis Marte, Diego Vainer y Carlos Cutaia hablando del digitalismo local. Tienen nuestra atención.
– La del Chango, de Milton Rodriguez y Pichuco, de Martín Turnes: Dos excelentes propuestas los documentales sobre, acerca, alrededor del Chango Farías Gómez y Aníbal Troilo, focalizando en su música, la mejor forma de mantenerlos vivos. La presencia de esas ausencias se refuerza con músicos y personajes que los rodearon y admiran.
Despareja, pero con un par de highlights, la sección de medianoche del festival tiene algunos buenos momentos, además de incluir la genial Why Don’t You Play in Hell, una de las imperdibles de esta edición. Abajo, un desglose de lo demás. Pueden saltearse sin culpa Shakedown, de James Glickenhaus, productor de algunas películas de Henenlotter: 1988 tuvo mejores productos.
– Blue Ruin, de Jeremy Saulnier: A esta la venimos esperando con ansias. Dicen los que la vieron que es un thriller de los que no abundan, con mucho suspenso, algo brutal y tensión para repartir. Ganó el premio de la Crítica Internacional (FIPRESCI) y –aunque no es un parámetro que nos interese en otros casos- tiene un 100% en Rotten Tomatoes, algo MUY raro. Habrá que verla, nomás.
– Jay & Silent Bob’s Super Groovy Cartoon Movie!, de Steve Stark: El truco puede estar volviéndose un poco viejo, después de tanto Jay&SilentBobxploitation, pero aún bancamos a los dos personajes creados por Kevin Smith y Jason Mewes. Aquí, el dúo menos dinámico volverá a encarnar a los superhéroes fumones Bluntman y Chronic. Como sucedió con los cómics, puede fallar.
– Maknum Gonzalez, de George von Knorring: Del productor de Tráiganme la cabeza de la mujer metralleta, llega otro exploitation setentoso made in Chile. Quienes disfrutaron la anterior, también sabrán encontrarle méritos a esta.
– Maniac Cop, de William Lustig: Un poco inexplicable este rescate, no porque no sea una muy buena experiencia (nótese que no dijimos “muy buena película”), sino porque en cierta forma se pisa con la retro de Henenlotter. Quizás guardarla para otra edición hubiese sido más feliz. Nuestro consejo es todas a la final, pero si hay que elegir entre un Lustig y un Henenlotter, nuestro dinero está direccionado al segundo, sin duda, pese a que queremos mucho al primero. Dicho esto, Maniac Cop es una película de culto, con grandes momentos, un clásico medianochero. Quienes no la vieron pueden comprobarlo. No saldrán defraudados…
– Les Rencontres d’après minuit, de Yann Gonzalez: Todavía no nos explicamos el éxito de esta aburrida y estilizada aventura de una noche. Con la excusa de una posible orgía, varios personajes se reúnen a decir líneas inteligentes y ser filmados de forma bien chic. No caben dudas: Gonzalez es un director con mucho futuro. Ojalá encuentre un guionista con el mismo destino. Para melómanos: la música de la película es de M83, banda del hermano de Yann.
– Cannon Fodder, de Eitan Gafny: Zombies, bajo presupuesto, Israel, acción, efectos medio pelo. Juzgando por el tráiler, Carne de cañón serán quienes entren a verla…
– Shield of Straw, de Takashi Miike: Cuando un festival nos agobia con sus películas “menores” (algo entendible en cualquier evento que supere los 300 títulos) la aparición de una película del tan brillante como original y prolífico japonés, siempre son un lugar donde refugiarse y asegurarnos un buen momento. Sin embargo (lo sentimos, así es la vida), esta vez Miike nos desilusiona con una película rutinaria, aunque esto suene increíble en su filmografía. Una historia de policías y un asesino serial, que, y aquí empiezan las sospechas, ocupó uno de los lugares en la competencia oficial en el pasado festival de Cannes. Es sabido que la alegría, difícilmente acceda a esos lugares. Por suerte, mientras escribimos esto, Miike seguramente ya tiene dos o tres películas nuevas.
– Escape From Tomorrow, de Randy Moore: Más que una película mala (defensa que se esgrime desde el catalogo del festival, echando mano al siempre útil para estos casos nombre de Ed Wood), Escape From tomorrow es una película inepta. Su máximo logro parece ser que fue grabada en Disneyworld sin el consentimiento de las autoridades. Ante esto, la empresa Disney hizo lo que tenía que hacer, esto es: nada. Obviamente habían visto la película. La historia que aquí se cuenta es la de una familia en crisis (parecen salidos de película argentina de los 80), mientras recorren los pagos de Mickey Mouse y compañía. Las cosas se complican, y no solo para los protagonistas, también para los espectadores. El padre de la familia está interpretado por un tal Roy Abramsohn y nos brinda, sin dudas, (e invoquemos de nuevo al espíritu de Ed Wood) una de las peores actuaciones vistas recientemente. Algo es algo.
Clásicos restaurados
Sería una obviedad recomendar a Buster Keaton (El cameraman, de Edward Sedgwick), F.W. Murnau (Nosferatu) o Billy Wilder (Fedora). Pero lo hacemos con ganas. En especial a Wilder, restauradito, no tan usual como las otras. Pero más lo hacemos con Quisiera ser grande (Big, de Penny Marshall). En cuanto a la versión restaurada en 3D (!) de El último emperador, de Bernardo Bertolucci, ya no nos arriesgamos: otro WTF??
Retro UPA
United Productions of America (UPA), fue uno de los estudios de animación que pisaba fuerte en los Estados Unidos entre los ’40 y los ’70. Series de Mr. Magoo, Dick Tracy y el personaje Gerald McBoing Boing (de Dr Seuss) fueron sus hits, aunque la inmensa cantidad de cortometrajes unitarios que produjo el estudio -entre ellos, los cortometrajes del Soldado Snafu- le dieron un nombre dentro de la cinefilia y la animación de categoría. Una muestra para disfrutar, si los anteojos lo permiten. Sirva de muestra gratis:
https://www.youtube.com/watch?v=rHyhUwVhzjw
Carlos Schlieper
Verdadera autoridad de la comedia y el melodrama argentino, Schlieper llegó al cine gracias a Enrique Santos Discépolo, con quien codirigió
Cuatro corazones. Sus películas suelen ser difíciles de encontrar, lo que redobla el interés de este foco armado con el Museo del Cine Pablo C. Ducrós Hicken. Además de Discépolo, por acá desfilarán María Duval, Mirtha Legrand, Amelita Vargas, Ángel Magaña, Osvaldo Miranda, Juan Carlos Thorry, Alberto de Mendoza y más. Para leer más sobre Schlieper, conviene sumergirse en este sobresaliente dossier de Natalia Taccetta en GrupoKane
http://www.grupokane.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=109:artdossierschlieperingmar&catid=43:catensayos&Itemid=61
Sportivo Bafici
La idea de una sección especial dedicada exclusivamente al deporte, con películas de todas las épocas, nacionalidades y modelos de producción, puede prender. Hay mucho, muy heterogéneo. Las recomendadas a rajacincha (¡qué buena palabra!) son:
– Boxing Gym, de Frederick Wiseman: Excelente oportunidad para quienes no pudieron ver este sudoroso ejercicio de Mr. Wiseman en el Festival de Mar del Plata, un par de años atrás. La vida en gimnasios es así, dicen los que saben…
– El campo de los sueños, de Phil Alden Robinson: “Si lo construyes, ellos vendrán”, puede haber sido el mantra que impulsó a Panozzo y su equipo para armar Sportivo Bafici. Kevin Costner solía ser una estrella de espaldas anchas, como demuestra en este ¿clásico? del amor por el deporte- Un campo de béisbol y la conformación del, dream team más dream team de todos.
– El crack, de José Martínez Suárez: El crack no sólo es una foto de una época que no se termina (el clásico berretín del pibe diez que va a salvar a quienes lo rodean con sus habilidades para la gambeta), sino que sirve para dimensionar la figura de JMZ como uno de los directores que supieron forjarse un camino a través de la vieja y querida industria cinematográfica nacional, aprendiendo oficio, demostrando su facilidad para narrar. Un gran debut.
– Hoop Dreams, de Steve James: Cuando uno piensa en grandes películas dedicadas al deporte, esta siempre debe estar encabezando la lista. Hacerse de abajo, construirse como una figura, pagar las consecuencias de formar parte de una maquinaria más grande de lo que uno puede imaginar. Recomendable es poco.
– The Jericho Mile, de Michael Mann: Ok, puede no ser la mejor película de Michael Mann, pero ¡es Michael Mann! Completistas, curiosos y cinéfilos, regocijáos.
– Lenny Cooke, de Josh Safdie y Benny Safdie: ¡Por las barbas de Tutatis! Un documental de los Safdie, los mismos de Go Get Some Rosemary y The Pleasure of Being Robed. Otro must.
– Bim bam boom, Las Luchas Morenas, de Marie Losier: Unos años atrás Losier vino al Bafici y la rompió con The Ballad of Genesis and Lady Jaye. Ahora se despacha con un cortometraje sobre señoronas mexicanas, luchadoras ellas. Antes de verlo, leete la entrevista que le hicimos en ese entonces
http://www.encerradosafuera.com.ar/intervius/marie_losier.html
Foco Michaela Grill
Ahora que el festival se volvió popular (de aquel institucional del gato con pipa
https://www.youtube.com/watch?v=6S94aqDNdCs , hasta el actual, inflamado de espíritu tribunero, camisetas y banderas incluidas:
https://www.youtube.com/watch?v=S4Co4SvdvLI&app=desktop) y se vanagloria de exhibir
Calles de fuego, el pequeño foco dedicado al cine experimental de Michaela Grill es de agradecer. Michaela Grill, a pesar de que esto suene a lugar común, ocupa un lugar en la historia del cine avant-garde austríaco. En el libro
Film Unframed – A History of Austrian Avant-Garde Cinema, Steve Bates describe su obra de la siguiente y poética manera:
El trabajo de Grill no evoca la nostalgia de un pasado, ni se basa en los restos arquitectónicos de la industria, el archivo fílmico, o los hermosos, históricos y perdidos paisajes urbanos de Viena. Su proyecto es una meditación sobre la simultaneidad del pasado y el presente, la co-existencia del sonido y la imagen, película y vídeo, negro, gris y blanco, la vida y la muerte: un vibrante y palpitante ahora. Los que tuvieron la oportunidad de ver hace unos años FORÊT D’EXPÉRIMENTATION en el festival de Mar del Plata (en donde fue presentada por su directora), sabrán de qué estamos hablando. Después de todo, incluso los más acérrimos elitistas necesitamos reconocernos entre nosotros y decirle al resto: “si no es para vos, no es para vos”.
Foco Rita Azevedo Gomes
La retrospectiva dedicada a Rita Azevedo Gomes es una de las más interesantes de esta edición del festival.
A vingança de uma mulher es una obra maestra extraña y atemporal. Su relación con el cine de Manoel de Oliveira (a quien están dedicados varios de sus trabajos) es tan directa como particular. Como suele decirse, una inmejorable oportunidad de descubrir el cine de esta realizadora, proveniente de una tierra que, crisis institucionales de lado, no deja de ofrecer cineastas notables al mundo.
https://www.youtube.com/watch?v=mY7m7Uqdf-o