Araki siempre fue un santo de mi total devoción. Si bien sus obsesiones y las mías distan mucho de ser similares, sus películas siempre me parecieron divertidas, cargadas de actitud y con una fuerte voz propia. Hasta que hizo esa porquería llamada Cama para tres (Splendor), «una comedia heterosexual”, algo que, por supuesto, sólo se sostiene mientras uno lee ese slogan. Smiley Face es la primera película de Araki donde no hay sexo desenfrenado, ni atisbos de temática queer, ni colores saturados, estridentes y agresivos. No. Ya empezamos mal.
El guión –que no está escrito por Araki, lo que deja intuir que se puede tratar de un encargo-, parece una mala copia de Después de hora, aunque en vez del sacado Paul Hackett (¡sólo un procesador de palabras!), tenemos como protagonista a una tal Jane F., con la cara de Anna Faris, la piba de las Scary Movies, cuya extrema expresividad resulta agobiante a los cinco minutos. La cuestión es que esta Jane además de su dosis matinal de porro, en pleno ataque de “munchies” se como unos pastelitos hechos por su compañero de piso, sin saber que tienen marihuana. Cargada hasta el tope, Jane encara un día complicado desde el vamos, con un dealer que le reclama el pago de una deuda y la cuenta de la luz en fecha de vencimiento. Lo que sigue es una odisea cargada de chistes de porro, con muchos efectitos de “potproducción”, saltos en el tiempo, imágenes distorsionadas, falsos flash fordwards y todo eso. Nada que Cheech y Chong no hayan hecho treinta años atrás. Y mejor, quizás…
El ritmo de la película decae de manera estridente, las actuaciones –pese a los simpáticos cameos, Danny Trejo incluído- no son las mejores, el guión parece no saber bien hacia dónde ir, ni como tratar a los personajes secundarios una vez terminada su aparición inicial… Puf, un montón de garroncitos. Al menos, hay una constante del universo Araki que permanece: la banda sonora, que de a ratos hace que uno se despierte y crea que las cosas pueden mejor. Pero no. En vez de carcajadas a lo máximo que se puede aspirar es a una risita contenida, constante quizás, pero sólo risita.
Por ahí el problema es que yo soy un careta. Por ahí hay que verla bajo la influencia. Pero por lo poco que entiendo, hasta el canal Gourmet te pega bajo la influencia, ¿no? Así que no sé cuál sería la diferencia. En definitiva, sólo queda una observación: ¿para cuándo la retro de Araki, che?