Anoche, nuestro cronista twittero acudió a una función de la película más esperada por el mundo cinéfilo (y no tanto) de esta edición del BAFICI. La maravillosa TABU del portugués Miguel Gomes. No solo una gran película, sino el verdadero antídoto ante cosas como El Artista (2011) y tanta nostalgia boba por los tiempos pasados. Y no solo los del cine. Hubo gente malintencionada que llego a decir que el festival es TABU y otras 448 películas. Allá ellos. Terminada la función, hubo que esperar unos pocos minutos a Gomes, quien dijo que lo sacaron de una fiesta para estar ahí, así que, era mejor que le hagan preguntas. Lo que empezó tibiamente, como suele suceder, se transformó después en un interesante dialogo con el muy locuaz, humilde y amable Gomes. Los rápidos dedos de nuestro cronista llegaron a tipear live desde la sala 9 del complejo Hoyts, los siguientes comentarios del director, que aparecen en cursiva (en algunos casos creímos conveniente agregar algún comentario extra u observación), allá vamos:
– A medida que pasaba el tiempo me di cuenta que estaba haciendo una película sobre la memoria y el tiempo. (Gomes aclaró que no es tan inteligente como para darse cuenta de algo así previamente y que esta idea surgió a medida que iba viendo el material).
– La ficción de la segunda parte es como un homenaje a los personajes de la primera parte.
– El cine no necesita ser homenajeado. Lo mejor para homenajear al cine es ver las salas llenas.
– EL ARTISTA intenta reproducir algo que hoy ya no es posible. Se trata de recuperar algo de esa inocencia de ver cine. Intento trabajar eso. (La mención al artista fue hecha por un espectador. Gomes aclaró, como si hiciera falta, que lo suyo es otra cosa).
– Pregunta Beatriz Sarlo y compara la voz en off de la película con los folletines para mujeres de los años 50. (Beatriz Sarlo estaba en la sala y lo suyo fue un comentario, no una pregunta).
– Recuperar algo del cine mudo pero también de una mitología creada por el cine de USA: Tarzan, Mogambo, Hatari.
– Literatura, cine y un cocodrilo, como el animal que lo ve todo. Que parece venir de un tiempo anterior, como si recordaran todo.
– Los cocodrilos se acuerdan de todo. Amores rotos, imposibles, como si fueran la memoria del mundo.
– A veces no había plata para hacer lo que habíamos escrito en el guión y ahí improvisábamos. Sobre todo en las escenas de Mozambique. (En los créditos figura algo así como un Comité creativo, no recordamos exactamente si es esta la definición, pero son una parte del equipo de Gomes con la cual se reunía después de filmar lo correspondiente al guión y, al final del día, crear nuevas escenas).
– El blanco y negro es melancólico, representa la melancolía de la película.
Y se fue Gomes. Lo único malo de TABU es que en un momento se termina y uno tiene que volver a casa. Y bueno, a casa a escuchar a los Ramones, a las Ronettes y a Les Surfs…
Gomes, we love you, be our baby.
Marcelo Alderete