¡Quiero tu amor!

Cada tanto aparecen en mi cabeza vestigios de vidas pasadas, ramalazos de un pasado que no está pisado ni ignorado, pero sí quizás relegado. La carátula del VHS de tal película, la tipografía del logo de las galletitas Ondinas o Manón, las palmas que aparecen en la mitad de tal canción: vestigios pop, aullidos de una época ya extinguida que quiere perdurar, al menos en mi cabeza. Nostalgia barata, saudade de viejo en potencia, presente retro. Y a veces, esos impulsos me llevan a buscar por doquier escaneos de la Lúpin, episodios de Guerreros y hechiceros o discografías completas. El último de estos episodios arrancó con el sonido que hacen los dedos del guitarrista de Transvision Vamp en el primer minuto de Bad Valentine. No recordaba cuál era el tema, por lo que de a poco me bajé los tres discos de la banda. Y -por fin, el motivo de este texto inútil- un videoclip. El de I Want Your Love.
Nunca había visto a Wendy James en video, sólo algunas fotos por aquí y por allá, a fines de los ’80, comienzos de los ’90. Llegué a Transvision Vamp -una banda inglesa de cuando existía el rock alternativo- por su segundo disco, Velveteen, una experiencia extrema en su momento. Explosión de energía, sensualidad, actitud y despreocupada felicidad pop y punk. Sí, ambas dos.
Volver a escuchar esos temas que fueron rebobinados a tracción Bic hasta el hartazgo, ahora en mp3, provocaron una de esas oleadas de nostalgia que nublan el juicio. Lo mismo pasó con los otros dos discos, Pop Art y Little Magnets Versus the Bubble of Babble. Sí, soy incondicional, pero creo no errar mucho si digo que los temas de TV envejecieron muy dignamente.
Pero me desvío. Wendy James (que tras abandonar Transvision grabaría un regularete disco solista escrito por Elvis Costello y su ex mujer), siempre explotó su sensualidad, algo que inunda cada uno de los temas que interpreta. Verla en video me provocó cosas. No sólo es una pequeña y contenida bomba sexual – comparable a la Diane Lane de Streets of Fire, o la primera Madonna, sino que sabe interpretar como pocas: Wendy no hace playback, sino que vibra con la canción, sacudiendo la cabeza con absoluta seguridad. Ella no quiere tu dinero, quiere tu amor. Tu fuckin’ amor. Ahi está la parte en que recita, sin cantar, como ejemplo extremo. Y ese right now final, con la mirada perdida, congelada en un tiempo que siempre va a ser este, cuando uno le dé al play. En ese video, Wendy es la chica ideal: hermosa, apasionada, divertida, caliente, sensual, fiestera y absolutamente fiel. Ni Marlon Brando vale, pues.
De fondo, y de yapa, el póster de la película Betty Blue, nombrada en Born to Be Sold, otro hit de la banda.  Guiñito cinéfilo.
Siempre estuve un poco enamorado de Wendy James. Ahora, es peor…
Aquí el video de I Want Your Love. Pura gloria, vean…

[fbcomments]

No comments yet.

¿Tenés algo para decir?