La parte de los leones – Los premios del BAFICI

Una nueva edición del BAFICI que termina y una nueva lista de premiados que se agrega a su historia. Ayer, en un simple y rápido acto, se entregaron dichos premios en el siguiente orden:

Premios no oficiales:

FIPRESCI de la crítica internacional: Viola (Argentina), de Matías Piñeiro
FEISAL: Soy mucho mejor que vos (Chile), de Che Sandoval
SIGNIS: Su Re (Italia), de Giovanni Columbu
ADF (Directores de fotografía): Nic Knowland, por Berberian Sound Studio (UK), de Peter Strickland
ACCA (Asociación de Cronistas Cinematográficos): La Paz (Argentina), de Santiago Loza

Nunca supe cuales son los criterios de las entidades que entregan premios no oficiales en los festivales y por qué son estas asociaciones y no otras. El premio de SIGNIS a Su Re, es religioso en su obviedad y redundancia. Y en cuanto al de ADF (Asociación de directores de fotografía), qué decir. La idea de premiar a las películas por rubros separados siempre me recuerda a esa forma antigua (pero que todavía existe), que consiste en enumeras los valores de una película para una vez contabilizado todo decir si está bien o mal. Eso si, no hay duda que los DF son una asociación o sindicato con un muy buen departamento de prensa. En cuanto a SIGNIS, nunca entendí por qué una asociación religiosa entrega premios. Es cierto que los católicos y los fascistas siempre fueron grandes cinéfilos.
Los críticos de FIPRESCI hicieron lo que había que hacer, premiar a Viola y por una vez, tuvieron razón.      

Acerca de los premios del público, BAFICITO y los cortometrajes, no tengo nada para decir. Son temas que se me escapan y de la competencia de cortometrajes, sólo vi el compilado que no incluía ninguna de las ganadoras. Y algo similar me ocurre con la mención y la ganadora de la competencia de Derechos Humanos:

Mejor Película: Materia oscura (Italia), de Massimo D’Anolfi y Martina Parenti
Mención Especial: My Afghanistan, Life in the Forbidden Zone (Dinamarca), de Nagieb Caja

Títulos que escuche por primera vez en el momento de la premiación. Algo que ocurre al haber tantos títulos y competencias. Se hace física y temporalmente imposible seguirlas. Si decíamos que los religiosos y los directores de fotografía gozan de buena fama, qué decir de los derechos humanos. Como siempre, mejor es no decir nada y seguir adelante. Quizás en el futuro veamos estas películas, o no.

En la debutante sección Vanguardia y género, las ganadoras fueron las siguientes:

Gran Premio: Arraianos (España), de Eloy Enciso
Mejor Largometraje: Joven y alocada (Chile), de Marialy Rivas
Mejor Cortometraje: A Story for the Modlins (España), de Sergio Oksman

No termine de entender (como muchas otras cosas, según veo lo que voy escribiendo) lo de entregar premios separados a un corto y a un largometraje. Pensaba que el sentido de esta sección era que todos competían con todos en igualdad de condiciones, pero parece que no, que no era así y cada una de las duraciones tuvo su premio. A story for the Modlins, fue el corto ganador del Goya y se trata de una original historia, con cierto toque de crueldad a la hora de exponer a sus personajes. Joven y alocada representa lo mejor del muy profesional cine chileno que apareció últimamente y Arraianos es, sin dudas, una de las grandes películas del esta edición. Gran exponente del cine gallego, Enciso hace uso de sus innegables influencias de los Straub, pero crea una obra que va más allá de las simples referencias.

De la competencia argentina vi poco. Los ganadores fueron:

Película: La Paz, de Santiago Loza
Director: Raúl Perrone, por P3ND3JO5
Mención Especial: El loro y el cisne, de Alejo Moguillansky

La Paz funciona como una versión luminosa de Extraño, la opera prima de Loza. Es justo entonces que haya ganado el premio en su categoría en este nuevo BAFICI que aspira a la alegría y “lo pop” (lo que sea que esto signifique y, siempre, en el mejor de los sentidos).

Y llegamos a los premios oficiales, que fueron los siguientes:

Mejor película: Berberian Sound Studio (Gran Bretaña), de Peter Strickland.
Premio Especial del Jurado: Leones (Argentina), de Jazmín López
Director: Matt Porterfield, por I used to be darker (Estados Unidos)
Actrices: María Villar, Agustina Muñoz, Elisa Carricajo y Romina Paula, por Viola (Argentina), de Matías Piñeiro
Actor: Francesco Carril, por Los ilusos (España), de Jonás Trueba
Mención Especial: Playback (Suiza), de Antoine Cattin y Pavel Kostomarov.

No ví Playback y Leones no es de mis favoritas (aunque sigo sin verla en óptimas condiciones y por lo tanto soy un poco injusto con mi comentario). I used to be darker representa el cine indie americano, un lugar del cual no sale mucho cine últimamente, pero su director es -como se suele decir- un nombre de la casa. Sobre los actores no tengo demasiado para opinar. Sí sobre las actrices. Ese grupo de hermosas mujeres que atraviesan el film de Piñeiro son de lo mejor que ha dado el cine argentino. Un cine que no suele tener mucha predisposición por la belleza (más bien lo contrario). Haber premiado Viola sólo por esto, fue lo más extraño del palmarés baficiano y, quizás, lo más criticable. Pero desde aquí, y en concordancia con los tiempos que corren, lo habíamos vaticinado cuando dijimos que “el que entra Papa sale cardenal”. Viola era la favorita de todos desde (inclusive), antes de que comience el festival. Algo que suponemos, terminó jugándole en contra. Pero esto no importa, desde acá seguimos pensando que es una de las mejores películas argentinas en mucho, mucho tiempo. Se estrena pronto, por suerte.

Me gusta Berberian Sound Studio, ya lo dijimos en estas páginas. Sin embargo, siempre me pareció extraña su inclusión en la competencia oficial del BAFICI. Y lo mismo me pasa con Call girl y A highjacking y Vamps (en VyG). Todos estos, títulos que no parecen necesitar del festival. Películas grandes, con mucha producción que desentonan en la competencia del BAFICI y que repetimos, no necesitan de estos premios para resaltar o ser vistas por más público. Títulos que parecen pertenecer a otra esfera, mucho más profesional. Uno de los mayores logros del festival en su historia, fue el de darle público a un cine (más cercano a lo artesanal y personal) que en otro lugar o de otra forma jamás tendría. Ninguna de estas películas parece necesitar de esto. Como dato, basta agregar que ninguno de los directores de esos films estuvo presentes en el festival, aunque esto puede deberse a muchos motivos. (Cuando chequeo esta información, descubro que el director de Call girl sí estuvo en el festival, o al menos eso dicen las gacetillas de prensa). El triunfo de Berberian Sound Studio no hizo más que confirmar desde el palmarés los nuevos tiempos que corren en el BAFICI desde su dirección artística. Un gusto por el “género” y un acercamiento sin pudores ni resquemores al cine mainstream (de nuevo, lo que sea que signifique). Esperemos a ver hacía donde lleva todo esto.

Marcelo Alderete 
PD: Soy programador del “otro” festival de cine de la Argentina y no dejo se sentirme raro al escribir comentarios críticos sobre el BAFICI. Si embargo, de chiquito me enseñaron que el amor se demuestra ocupándose de la gente que uno quiere. Entonces, me ocupo. Aunque nadie me lo pida, claro.

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