In another country, de Hong Sang-soo

El cine de Hong se concentra cada vez más y ahora, con In Another Country, llega a un límite difícil de superar. La historia, como ocurre con sus últimas películas, está dividida en varias partes, tres en este caso.
Todo comienza con la llegada de una madre y su hija a las playas de Mohang. La hija, para calmar sus nervios, decide escribir un guión. Ese guión es la película. Tres historias que repiten sus locaciones, actores, objetos, incluso diálogos. Este recurso, (que a priori parece provenir de un lugar infernal donde viven las ideas para guiones de todos los estudiantes de cine del mundo), funciona de manera exquisita. Estamos en el terreno de la comedia (romántica) pura. Todos los elementos del cine de Hong están aquí pero, repito, de manera concentrada. Su elemento más particular y que obviamente resalta, es la presencia de Isabelle Huppert. A diferencia de lo que suele ocurrir con el cine de nuestro bendito país, en donde las co-producciones con otros países son justificadas con las siempre extrañas e inverosímiles apariciones de algún personaje extranjero, aquí la justificada aparición de Huppert termina de transformar la película en una genialidad. Huppert entra al universo de Hong Sang-soo y automáticamente se transforma en uno de sus personajes borrachines, enamoradizos y parlanchines. Por otro lado, el protagonismo de Huppert y el hecho que -aunque sea desde la ficción- el guión sea escrito por una mujer, logran que In Another Country sea el primer título de Hong con mirada femenina, por no decir directamente feminista. La inclusión de una extranjera como objeto de atracción, también transforma la película en una hilarante crítica a los hombres coreanos y sus actitudes machistas, por otro lado tan parecidas a las del resto del mundo.

Otra particularidad de la película, es su joven protagonista, el actor Yu Junsang interpreta a un guardavida, cuyo personaje responde a ese nombre: El Guardavidas. La actuación de Yu es vital y la actividad que lo define: física; a diferencia de los eternos intelectuales que pueblan las películas de Hong. Aquí Yu, nada, canta, cocina y hace el amor sin ningún tipo de carga intelectual que se interponga a sus vitales deseos. Ante un problema sentimental que parece no tener solución (los diálogos entre Yu y Huppert son todos tan graciosos como inolvidables), el simpático Yu solo dice «Whatever» y sigue adelante o mejor dicho, sigue esperando en su carpita al lado del mar. Algo impensable en los vuelteros y enredados personajes previos de Hong. Algo que sí comparte con anteriores personajes, es la insistencia a la hora de conquistar mujeres. ¿Quién podría culparlos?
En uno de los grandes momentos de la película, Isabelle Huppert camina por un bosque rumbo a la playa, tomando de la botella tragos de Soju, una potente y exquisita bebida alcohólica coreana, como todos deberían saber. En un momento se detiene y, con toda su belleza no sólo intacta sino cada vez mayor (si tal cosa es posible), se sienta sobre una roca, toma un largo trago y una vez finalizado emite un liberador y sensual «Ahhh». Al rato vuelve a tomar otro trago y repite: «Ahhhh», segundos más tarde, nuevamente vuelve a tomar otro trago y repite por última vez: «Ahhhhh». Imposible ver esta escena y no enamorarse perdidamente de la pelirroja de Huppert. Un verdadero orgasmo cinematográfico, si me permiten el exceso. Hong Sang-soo demuestra una vez más su amor por el cine. El mejor director de cine de la actualidad. No hay dudas.

(Una versión levemente diferente de este texto fue publicada previamente en Encerrados Afuera).

IN ANOTHER COUNTRY tendrá su estreno local (¡milagro!) y durante el BAFICI se proyecta los siguientes días:

Jueves 18, 20.30, V. Recoleta
Sábado 20, 13, V. Caballito

Marcelo Alderete

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4 Lectores Comentaron

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  1. Aldemarce on 17 abril, 2013
    Estimado Bruno, me parece que debería ir pensando en armarse un blog. Si es que no lo tiene ya, claro. Una abrazo y gracias por su interés.
  2. bruno milang on 16 abril, 2013
    Me quedé pensando y quizás mi boutade final puede ser leída en forma literal, es decir, la película puede ser entendida como un ejercisio de dilución del yo, en la que los tres episodios ya no responderian a lo que entendemos por una película seria, profesional, artistica o "buena" (una película de Hong en definitiva) sino llevar el recurso al límite y resignar todo punto de vista personal para hacer verosimil la historia, hacer una película como si efectivamente proviniera de la conciencia de una adolescente en sus vacaciones, con todo lo que ello implica.
  3. Aldemarce on 15 abril, 2013
    Bruno, muchas gracias por tu comentario.
  4. bruno milang on 15 abril, 2013
    Me pareció la peor película de Hong, por dos razones: 1) La diferencia idiomatica de los protagonistas (tan resaltada por toda la crítica) tiende a mutilar el que es uno de los trademarks de todas películas, es decir, los dialogos geniales. Acá todo es limitado, forzado y precario, nada fluye naturalmente, todas los encuentros son incomodos y carentes de todo tipo de onda y verosimilutd. 2) La estructura temporal no-lineal que en sus otras películas funcionaba a la perfección (siendo para mi "The day he arrives" su obra maestra en ese sentido, ya que cada escena estaba dotado de una indiscernibilidad ontológica que dificultaba precisar si continúan la misma temporalidad o si inauguran otra con respecto a la escena anterior, sin que ello implique la ilegibilidad de la trama) en "In another country" es forzada, casi como si fuera una caricatura de sí mismo, como un guión que una adolescente aburrida en sus vacaciones con su abuela escribiría.

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